Lo que prometía ser una noche explosiva en el Palenque de la Feria de San Marcos terminó con sorpresa e indignación: Natanael Cano fue silenciado en pleno escenario tras cantar corridos prohibidos. El intérprete de “Amor tumbado” retó abiertamente a las autoridades al interpretar canciones asociadas al crimen organizado, lo que provocó que los organizadores le bajaran el volumen del micrófono y cancelaran su presentación.
El momento crítico ocurrió cuando Cano comenzó a entonar “Pacas de billetes”, un tema que alude al número 701 –vinculado a Joaquín “El Chapo” Guzmán–. A los pocos segundos, el audio fue interrumpido, aunque el cantante, lejos de detenerse, siguió cantando con el equipo de sonido de su staff, dejando claro que no pensaba acatar las restricciones locales.
Un show bajo vigilancia y tensión
Desde días antes, el concierto ya era foco de atención. La Fiscalía estatal había advertido sobre consecuencias legales si el artista violaba las disposiciones sobre contenido musical. Incluso, se desplegó un operativo de seguridad estatal y federal durante el show, con la presencia del propio secretario de Seguridad Pública entre el público.
Pese a las advertencias, Cano lanzó varias indirectas. Cuando los asistentes le pidieron interpretar “Cuerno azulado”, otro corrido restringido, respondió con ironía:
“Esa pídanla a su gobierno”.
Más adelante, reafirmó su postura con un mensaje claro:
“A mí me vale”.
Corridos bajo la lupa
En estados como Sinaloa, Zacateas, Chihuahua y Baja California, los llamados “narcocorridos” han sido objeto de prohibiciones por promover la apología del delito. Aguascalientes no tiene una ley explícita que los prohíba, pero los organizadores de eventos tienen libertad para imponer reglas y evitar sanciones o confrontaciones con el gobierno.
La interpretación de estos temas, que glorifican lujos, violencia y figuras del crimen organizado, ha sido ampliamente cuestionada por su posible impacto negativo en la juventud y la normalización de la cultura del narco.
Reacciones divididas en redes
Hasta ahora, Natanael Cano no ha emitido un comunicado oficial sobre lo ocurrido. Sin embargo, la polémica ya está desatada en redes sociales, donde algunos lo apoyan por “defender su libertad artística”, mientras que otros lo critican por su falta de responsabilidad frente al contexto social del país.
El incidente ha reavivado el debate sobre la delgada línea entre la expresión artística y la apología del delito. ¿Dónde termina la música y dónde empieza la responsabilidad? La presentación de Cano dejó más preguntas que canciones, y dejó claro que el escenario también puede ser un campo de batalla ideológico.
MG.