Estados Unidos ha reincorporado oficialmente a Cuba en la lista de países que “no cooperan plenamente” con sus esfuerzos internacionales contra el terrorismo, una medida que reaviva tensiones diplomáticas y restringe aún más la relación bilateral.
Este martes, el Departamento de Estado, liderado por el secretario Marco Rubio, emitió un comunicado en el que justifica la decisión con base en la falta de cooperación de Cuba durante 2024. El documento fue presentado por la portavoz Tammy Bruce y se ampara en la sección 40A de la Ley de Control de Exportaciones de Armas, lo que implica la prohibición de vender o exportar artículos y servicios de defensa a la isla caribeña.
¿Qué motivó esta decisión?
De acuerdo con Washington, el gobierno cubano se negó durante el año a participar en conversaciones clave para la extradición de al menos 11 fugitivos estadounidenses, algunos de los cuales enfrentan cargos relacionados con terrorismo. Entre ellos se encuentran William Morales, vinculado a un atentado en Nueva York en 1975, y Joanne Chesimard (Assata Shakur), condenada por el asesinato de un policía en Nueva Jersey en 1973. Ambos huyeron de prisiones en Estados Unidos y se refugiaron en Cuba, donde se les ha otorgado asilo político.
La negativa del régimen cubano a negociar su repatriación ha sido interpretada por el gobierno estadounidense como una falta de voluntad política para cooperar en temas de seguridad global, lo que justificó la reincorporación de Cuba a esta lista, que comparte con países como Irán, Siria, Corea del Norte y Venezuela.
Implicaciones más allá del comercio
Aunque la certificación conlleva directamente restricciones en materia de defensa, también tiene un peso simbólico y político considerable. El Departamento de Estado subraya que esta acción refleja una postura firme frente a los países que se niegan a colaborar en la lucha contra el terrorismo, y advierte que Cuba podría continuar figurando como un Estado patrocinador del terrorismo si persiste en su negativa a cooperar.
Un historial de tensiones y retrocesos
La relación entre Cuba y Estados Unidos ha transitado por etapas de acercamiento y ruptura. Tras el retiro temporal de Cuba de la lista negra durante la administración de Barack Obama, el expresidente Donald Trump revirtió esa medida. Joe Biden, por su parte, intentó brevemente reconstruir los lazos mediante un acuerdo con mediación del Vaticano, pero la falta de cooperación cubana en casos de extradición con Colombia en 2022 debilitó los intentos de normalización.
Marco Rubio ha sido una figura crítica clave en este contexto. Como senador y ahora como secretario de Estado, ha denunciado los intentos de suavizar la postura hacia el gobierno cubano. En su declaración más reciente, sostuvo que “Cuba no ha mostrado disposición alguna para que los criminales enfrenten la justicia”.
Sin respuesta oficial del gobierno cubano
Hasta el momento, La Habana no ha emitido comentarios ante esta nueva certificación. Sin embargo, observadores internacionales aseguran que esta decisión podría endurecer aún más la postura del régimen cubano frente a Estados Unidos y alejar cualquier posibilidad de diálogo diplomático en el corto plazo.
Mientras tanto, Washington reitera que continuará presionando a los países que no combaten activamente el terrorismo, como parte de una estrategia global para reforzar la seguridad internacional.
MG.