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Belinda deslumbra en Cannes: elegancia y un vestido negro que desafió las reglas sin romperlas

Mientras el glamour habitual del Festival de Cine de Cannes se enfrentaba este año a un estricto reglamento de vestimenta que prohíbe escotes excesivos, transparencias y colas largas, fue Belinda quien logró destacarse con un estilo impecable que combinó elegancia y audacia, sin romper las reglas.

La artista mexicana, reconocida por su reciente incursión en los corridos tumbados, llegó a la Riviera Francesa como embajadora de la marca L’Oreal y sorprendió a médicos y fanáticos al aparecer en la alfombra roja con un vestido negro corte sirena, espalda descubierta y detalles cut out que evocaban el glamour del viejo Hollywood. La elección fue tan sobria como impactante, y rápidamente convirtió a Belinda en una de las figuras más comentadas de la edición 78 del festival.

Con guantes largos que acentuaron su porte clásico, ondas suaves en el cabello y un maquillaje delicado que resaltó sus facciones, la cantante demostró que se puede ser provocadora sin violar las nuevas normas impuestas por los organizadores del evento.

Un festival con nuevas reglas y viejas polémicas

El nuevo reglamento de Cannes, anunciado días antes del arranque del festival, establece de manera tajante que está prohibida la desnudez, las transparencias y las colas largas en la alfombra roja. Las medidas han sido interpretadas por muchos como un intento del festival por regresar a una estética más conservadora, lo que ha generado un debate sobre si se trata de preservar la elegancia o de censurar la expresión artística a través de la moda.

Aunque varias celebridades han evitado pronunciarse directamente, la incomodidad se ha hecho notar. No es la primera vez que Cannes se ve envuelto en controversias por sus códigos de vestimenta; basta recordar cuando, en 2015, se impidió la entrada a mujeres que no portaban tacones, generando protestas encabezadas por actrices como Kristen Stewart.

Un mensaje sin palabras

En medio de esa tensión silenciosa, Belinda brilló por su capacidad de adaptarse sin perder esencia. Sus fotografías, compartidas en redes sociales con un breve “Bonjour, Cannes”, acumularon miles de reacciones y mensajes celebrando su estilo.

Más allá del vestido, la cantante envió un mensaje poderoso: que el arte –sea en forma de música, cine o moda—no necesita romper todas las reglas para ser irreverente. En una edición marcada por restricciones, ella impuso su propia narrativa: la elegancia puede ser también una forma de resistencia.

 

 

MG.