Que pasa en Mazatlán

Guardería ABC: 16 años de impunidad, memoria y resistencia

Hermosillo, Sonora.– Cada 5 de junio, las calles se llenan de silencio y gritos, de flores blancas y pancartas con nombres que no se olvidan. Han pasado 16 años desde el incendio en la Guardería ABC, pero para las familias, los sobrevivientes y gran parte del país, el reloj se detuvo aquel 2009.

La tragedia que arrebató la vida a 49 niñas y niños, y dejó a más de un centenar con secuelas de por vida, no ha encontrado justicia. A pesar del paso del tiempo, ningún alto funcionario ha sido procesado con firmeza. La memoria de las víctimas se mantiene, pero la herida sigue abierta, profunda y dolorosa.

Voces que crecieron con la tragedia

Este año, un nuevo rostro se suma al reclamo de justicia: el de los sobrevivientes que, convertidos en adolescentes, comienzan a contar su historia. No lo hacen desde el recuerdo ajeno, sino desde la experiencia directa del dolor. Algunos aún viven con quemaduras visibles, otros con cicatrices invisibles que les acompañan en su día a día. La mayoría ha aprendido a convivir con la ausencia de sus compañeros y con un sistema que los abandonó.

“Yo no recuerdo el fuego, pero sí recuerdo a mi mamá llorando durante años”, dice uno de ellos en un mensaje compartido durante una vigilia en Hermosillo. Su testimonio refleja una generación marcada por la negligencia, pero también por la dignidad y la búsqueda de verdad.

Un caso que marcó al país

La tragedia ocurrió cuando un incendio comenzó en una bodega del gobierno estatal y se propagó hacia la estancia infantil subrogada por el IMSS. Las investigaciones posteriores revelaron una cadena de omisiones: materiales inflamables, rutas de evacuación bloqueadas, detectores de humo inoperantes y una licencia otorgada sin verificar condiciones mínimas de seguridad.

Desde entonces, el caso se ha convertido en símbolo nacional de impunidad. Padres y madres han marchado durante años, litigado en tribunales nacionales e internacionales, y denunciado públicamente a los responsables. Pero los resultados son mínimos: sanciones administrativas a funcionarios menores y ninguna sentencia ejemplar.

La memoria no prescribe

A 16 años del incendio, colectivos de padres, organizaciones civiles y activistas han organizado actos conmemorativos en varias ciudades del país. No se trata solo de recordar, sino de exigir: justicia, verdad, y garantías de no repetición.

“Lo que más duele no es solo perder a un hijo, es saber que pudo haberse evitado”, dijo uno de los padres fundadores del Movimiento 5 de Junio. Las voces que nacieron de esta tragedia siguen en pie, luchando contra el olvido institucional y la indiferencia oficial.

Hoy, los nombres de las y los 49 siguen vivos. Están escritos en murales, en plazas, en documentos legales y en la memoria colectiva de un país que aún debe una explicación.