El cantante de banda sinaloense, Chuy Lizárraga, ha causado revuelo en redes sociales tras adoptar públicamente los colores del orgullo LGBT+ en medio de una reciente polémica. Luego de ser acusado de una presunta actitud homofóbica durante uno de sus conciertos, el intérprete sorprendió a sus seguidores al cambiar su foto de perfil en Facebook por una imagen con la bandera del arcoíris.
Hace unos días circuló un video en el que se ve a Lizárraga aparentemente reaccionando incómodo ante el beso entre dos hombres durante una de sus presentaciones. Esto generó duras críticas y señalamientos por parte de usuarios en redes sociales, quienes lo acusaron de intolerancia.
En un aparente intento por aclarar su postura, el cantante no solo actualizó su imagen de perfil con los colores de la diversidad sexual, sino que acompañó el gesto con un mensaje que ha generado tanto aplausos como cuestionamientos:
“¡Que viva el amor hijos del cocho! Cada quien hace con su qlito lo que quiera ¡Acomódese!”, escribió Lizárraga en tono coloquial.
Las reacciones no se hicieron esperar. Mientras algunos internautas celebraron el gesto como una muestra de apertura y arrepentimiento, otros lo interpretaron como un movimiento para salvar su reputación tras la “cancelación digital” que enfrentó.
“Después de una buena regañada de su community manager”, escribió un usuario con tono sarcástico.
“La comunidad siempre te ha amado Chuy, eres muy humano y muy talentoso, ahora te admiro más”, expresó otra persona.
“Ahora tenemos dive de la banda”, comentaron entre risas.
Aunque no es la primera vez que una figura del regional mexicano enfrenta tensiones relacionadas con la comunidad LGBT+, el caso de Chuy Lizárraga ha abierto un nuevo debate sobre la inclusión y la tolerancia en este género musical.
Chuy, originario de Mazatlán, Sinaloa, ha forjado una carrera sólida con éxitos como “Partido en dos” y “Relación Clandestina”, y ha sido parte de agrupaciones como La Arrolladora Banda El Limón. Actualmente se mantiene activo en la escena de ferias y festivales, y esta controversia podría marcar un antes y un después en su relación con el público.