Las autoridades de transporte en Estados Unidos calificaron como “grave siniestro marítimo” el choque del Buque Escuela Cuauhtémoc contra el puente de Brooklyn, registrado el pasado 13 de mayo y que dejó un saldo de dos personas fallecidas y múltiples heridos. En su informe preliminar, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) confirmó que los daños podrían superar los 500 mil dólares.
De acuerdo con la investigación inicial, el velero de la Secretaría de Marina de México se desplazó sin contratiempos durante los primeros minutos de navegación tras zarpar del muelle 17, en el sur de Manhattan. Sin embargo, a las 20:24 horas, una llamada de auxilio emitida por radio alertó de la pérdida de control de la embarcación justo cuando se aproximaba al puente.
Impacto y evaluación preliminar
El informe indica que los mástiles del buque impactaron parcialmente contra la infraestructura del puente, aunque las autoridades descartaron afectaciones estructurales de consideración. Solo se detectaron raspones en la pintura y daños menores en los rieles del sistema de transporte que atraviesa la estructura.
La tripulación del Cuauhtémoc, que contaba con 277 personas a bordo al momento del incidente, desplegó las anclas en un intento por frenar el avance. Aun así, el buque fue arrastrado por la corriente del East River y por los vientos de más de 10 nudos. Según la NTSB, el timón fue hallado doblado y con indicios de que pudo haber girado en un ángulo inusual al momento del impacto.
Cooperación bilateral
Estados Unidos ha contado con la colaboración directa de la Secretaría de Marina de México, la cual reiteró su disposición a esclarecer los hechos. La presidenta Claudia Sheinbaum declaró que solicitó el apoyo de la Guardia Costera estadounidense para determinar si el accidente obedeció a una falla mecánica, una deficiencia en los remolcadores o un posible error humano.
“Queremos saber con claridad qué ocurrió. Hay que esperar el informe final, pero lo importante es que estamos en coordinación con las autoridades estadounidenses”, expresó la mandataria.
Sin señales de intoxicación ni fallas técnicas aparentes
La NTSB también reportó que no se encontraron rastros de alcohol en los análisis realizados a los miembros de la tripulación y que, de momento, no hay evidencia de fallas en los sistemas de propulsión o gobierno del buque. Prácticos consultados por los investigadores respaldaron esa información, aunque se continúa evaluando la actuación de los remolcadores.
Testigos y contexto
El accidente ocurrió ante decenas de espectadores que se habían reunido para presenciar la partida del buque, considerado emblema de la diplomacia naval mexicana. El velero había arribado a Nueva York como parte de un viaje internacional de formación, iniciado en abril en Acapulco y con paradas previstas en Islandia, Francia y España.
El alcalde neoyorquino, Eric Adams, comentó en su momento que el barco perdió potencia de manera repentina antes del choque, versión que la NTSB aún analiza. Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han atribuido responsabilidad a ningún integrante de la tripulación.
La investigación continúa y el informe final podría tardar meses. Mientras tanto, el Buque Escuela Cuauhtémoc permanece bajo revisión técnica, en espera de nuevas directrices para reanudar su travesía internacional.