El Congreso de Estados Unidos aprobó una ley fiscal que fortalece la política migratoria del presidente Donald Trump, con una inversión cercana a los 170 mil millones de dólares en cuatro años.
El paquete contempla la contratación de 20 mil agentes, la construcción de centros de detención y el uso de inteligencia artificial para vigilancia. También se asignan más de 90 mil millones para el muro fronterizo y el control de migrantes.
Críticos califican la medida como una aceleración “inédita” de las deportaciones masivas, con consecuencias económicas y sociales. Además, se crearán nuevos cobros para trámites como asilo y permisos de trabajo, y se aplicará un impuesto del 1% a las remesas enviadas al extranjero.
Grupos civiles advierten que la medida afectará a millones de familias migrantes y restringirá su acceso a beneficios fiscales y de salud.