Desde hace cinco años, Graciano Grande se ha mantenido vigente en el desfile del Carnaval, y también en la creación del monigote de la “Quema del mal humor”. Y este trayecto le ha brindado dos grandes exigencias: mantenerse abierto a nuevas técnicas, e implementar un método de trabajo.
Hace siete años, Graciano apoyaba al legendario Rigoberto “Rigo” Lewis en la creación de sus emblemáticas carrozas. Durante dos meses aprendió técnicas básicas para crear sus propias esculturas, y tres años después, el Licenciado Raúl Rico, Director del Instituto de Cultura de Mazatlán, le dio la oportunidad de participar en el evento más grande del Carnaval bajo sus propias ideas.
“Normalmente todos trabajamos con papel maché, hacemos una escultura de madera, de fierro, papel, cartón, corcho y de ahí parte uno para continuar realizando otras cosas. El año pasado yo pude adecuar lo que es la herrería. Yo no la utilizaba, mi base es la madera, pero no te da volumen ni altura” dijo el escultor.
“Con herrería se ven mejor y más vistosas las figuras. El año antepasado nuestro trabajo lo realizamos con telas, utilizamos telas de estampado de animales para forrar las piezas que nos tocaban, y hoy trabajamos un poquito con el papel maché y vamos a tratar lo que es el juego de luces por dentro de las piezas como lámpara, como reflejo”.
Calle René Román Nº 166. Ampliación Federico Velarde. Aquí se realizan los carros alegóricos de Graciano Grande. A diferencia de otros constructores de las alegorías rodantes, el trabajo se hace a la vista de todos. Aquí realmente se arma la fiesta del pueblo.
En esta labor, Graciano no cuenta con un equipo amplio, ni especializado. Familiares y amigos son los encargados de pegar la carne de cartón y de moldear las figuras de corcho y herrería.
En el Carnaval Internacional Mazatlán 2015, “Los sueños de Momo” verán cómo la imaginación, la entrega y el cariño de Graciano Grande y su equipo dan vida a dos alegorías inspiradas en cuentos de hadas y temas clásicos de la alegría carnavalera, arlequines y bufones.