Opinión y Análisis: Elefantes blancos abandonados, retrato de ineficiencia y corrupción oficial

No obstante que el gobierno del Estado y la federación cuentan con organismos fiscalizadores para vigilar y supervisar la aplicación y destino de los recursos públicos, hay testigos mudos de la ineficiencia y corrupción del servicio público gubernamental; los edificios que se han levantado y quedado en obra negra se han convertidos en elefantes blancos en varios puntos de Sinaloa. Muestra de ellos son los siguientes.

Proyecto inconcluso de palacio municipal en Guasave.
La construcción que se inició hace tres años de un nuevo palacio municipal en Guasave que tendría un costo de 80 millones de pesos, a dos años siete meses de que se diera el banderazo de arranque por el actual gobernador y el entonces presidente municipal Ramón Barajas López, el edificio continúa en obra negra.

Planta potabilizadora sin funcionar en Guasave.
En ese mismo municipio de Guasave, se construyó una planta potabilizadora con un costo de 144 millones de pesos. Su construcción inició el año 2011 y se inauguró en julio de 2014 por las actuales autoridades municipal y estatal. A la fecha, no está funcionando, no ha potabilizado un solo litro de agua.

El tiburonario, proyecto inconcluso.
El tiburonario de Mazatlán, es una obra que inició el año 2010, con un costo proyectado de 30 millones de pesos; en febrero de 2012 representantes del Estado y del municipio dieron el banderazo de inicio de la segunda etapa del proyecto; la inversión presupuestadas fue de 19 millones 768 mil pesos. El gasto en esa obra ya rebasa los 60 millones de pesos, y sigue sin funcionar y con fallas estructurales.

La construcción del Hospital General: del abandono a la donación.
Lo que sería el nuevo hospital general en Mazatlán, inició su construcción el año 2005 en las inmediaciones del asentamiento de Rincón de Urías, con un costo proyectado de 200 millones de pesos. Apenas corría el primer año del gobierno de Jesús Aguilar Padilla. El encargado de colocar la primera piedra y dar el banderazo de inicio de la magna obra fue Ernesto Echeverría Aispuro, quien fungía como Secretario de Salud del gobierno del Estado, cargo que actualmente desempeña en el gobierno malovista.

A 10 años de distancia de iniciada su construcción y a 5 años de que estuvo en total abandono, en enero del presente año pasó a manos de la Secretaría de la Defensa Nacional.

La edificación inconclusa del nosocomio no sirvió para los civiles, pero el ejército si le encontró utilidad para hacer un hospital de alta especialidad.