Se los dije en la entrega de ayer: en Mazatlán si están pasando cosas graves, delicadas en materia de inseguridad y violencia.
No se puede ocultar el sol con un dedo. Tampoco con declaraciones. Y eso lo sabe muy bien el gobernador del estado, Mario López Valdez, que no es muy dado a que le soben la píldora.
En tono enérgico, ayer el mandatario estatal afirmó que no permitirá la incursión de grupos armados a Mazatlán.
¿Por qué esta advertencia?
Porque en esta semana que termina, se registraron cuatro asesinatos, el más reciente el viernes en la noche en el “Autódromo Mazatlán”.
Pero además, uno de los hermanos del director de la policía municipal, Alfonso Melgoza, fue “levantado” a plena luz del día, también por un comando armado. Sigue desaparecido.
Y para acabarla de amolar, en dos ocasiones sujetos también armados intentaron irrumpir violentamente a las oficinas de Migración, en el Fraccionamiento Playa Sur.
Por eso el gober está preocupado.
Si algo presume MALOVA es precisamente como se mejoró la seguridad en el puerto. Por eso están llegando las inversiones, por eso regresaron los cruceros y por eso ya no hay “piojillo” en la actividad turística.
Por esa razón lanza esa advertencia a los grupos delictivos: “aquí no van a entrar” a echar a perder lo que se ha ganado.
Y vaya que Mazatlán merece, necesita que lo “blinden”, pero no con declaraciones, sino con acciones enérgicas.
Que se vea no solo que hay gobierno, sino también autoridad.
Hasta mañana.
