Dicen que en la guerra y en el amor, se vale de todo. Yo le agregaría que en los negocios, también. Hay comerciantes que con tal de vender son capaces de todo. Le digo esto porque ayer leía con detenimiento una nota que realmente pinta de cuerpo entero hasta dónde ha penetrado la “narcocultura” entre nuestra raza. Aquí en México y entre los mexicanos que viven del otro lado del charco.
En el artículo que le comento se da a conocer que en la ciudad de Los Angeles, California, unos “empresarios” de origen sinaloense (para acabarla de joder…) en estos momentos son la sensación. Y sabe por qué: porque se están dando a conocer al mundo con su singular taquería. En el citado negocio de carnes asadas se “ofrecen” tacos estilo “Chapo Guzmán”, otro llamado “La Fuga” y están a punto de sacar a la venta la torta “Kate del Castillo”.
Sabe qué es lo más triste y denigrante; que la “narcotaquería”, está adornada con fotos del narcotraficante, como si fuera un artista, algo de qué presumir. Y qué cree: se lleva llena de mexicanos. Todo mundo llega a comer los “tacos del chapito”.
¡Pero de qué estamos hablando!. Si señores, estamos hablando del morbo. Tras la recaptura, Joaquín “El Chapo” Guzmán, se ha convertido casi en un héroe nacional. Y hay gente que sin escrúpulos, sin moral y sin ética, se está enriqueciendo, sin importarle fomentar el fanatismo y la apología al delito y a este tipo de delincuentes.
Le aseguro que si a taquerías vamos, hay mejores en Mazatlán.
Hasta mañana.
