Son una realidad, en los diferentes reformatorios juveniles de nuestro país hay alrededor de 5 mil adolescentes procesados ¿sabe usted porqué delito?: por homicidio doloso.
Por asesinato.
El 90% de estos casos están relacionados con narcotráfico y delincuencia organizada.
El crimen de alta escuela los está utilizando como “máquinas” para matar a sus rivales en el mercado de las drogas, sobre todo en el llamado narcomenudeo.
Y sabe que es también una realidad, que los están enganchando a muchos de estos chavos, a través de las redes sociales. Hay historias documentadas que revelan que por menos de 20 mil pesos estos “pequeños sicarios” son capaces de matar a un cristiano. A sangre fría.
Así de plano.
Ayer, un colega de Tijuana me mandó el caso de Ulises Abraham “N”, un morrito de apenas 14 años de edad que nació en un barrio pobre, infestado de delincuentes, prostitutas, corridos de narcos, etc. Caldo de cultivo.
El año pasado que debería estar yendo a la secundaria o a la prepa, fue contactado a través de su red social.
Un tipo le ofreció 2 mil dólares por ejecutar a un hombre. Le dio una pistola calibre .40, una fotografía del “objetivo”….pero no le dio el dinero hasta que hiciera el “trabajito”.
Sí, lo hizo: lo ubicó, lo mató, pero la policía lo detuvo. No hubo paga.
Y como esta historia, repito, hay cientos en todo el país.
Yo le pregunto, a usted ¿le revisa sus cuentas y contactos a sus hijos?
Debería de hacerlo.
Concluyó con la frase del Papa Francisco, pronunciada a los jóvenes en Chiapas en su reciente visita a nuestro país: “es mentira que el narco sea la única opción de vida”.
Y tiene razón.
No se dejen llevar por el canto de las sirenas.
Hasta mañana.
