Sí, los que de manera criminal y abusiva, causaron destrozos en la escuela primaria “Emilio Portes Gil”, ubicada a un costado de los antiguos campos del “Cacumac”, en la populosa colonia Francisco Villa.
¿Quién pudo haber sido?
Vándalos, delincuentes, plebes sin oficio ni beneficio, que solo viven para hacer daño.
Sinceramente yo no creo que los vecinos del plantel no sepan o no tengan idea de quienes fueron los autores materiales de este atentado a la educación y al derecho de los niños a recibir sus clases.
Eso es lo que me decía ayer una maestra.
Estaba indignada, dolida, con mucho coraje e impotencia.
Yo también creo que los vecinos si tienen, al menos, la sospecha de quiénes pudieron haber sido los malandrines, pero cobardemente se callan.
No dicen nada, asumen sin querer, tal vez, una actitud cómplice.
Por eso pasan estas cosas: porque no tenemos el valor civil de denunciar.
Si de por sí, la autoridad un campito quiere para no actuar, para no investigar. Y si a esa apatía e indolencia gubernamental abonamos nosotros los ciudadanos, imagínese a donde vamos a parar.
Lo más triste y lamentable que no es la primera vez que ocurre un atentado de esta naturaleza en Mazatlán y sabe qué, no pasa nada.
Otra escuela primaria en el Fraccionamiento Santa Teresa ha sido “quemada” en ¡cinco ocasiones! en los últimos dos o tres años. Y la policía, la subprocuraduría, la ministerial, el MP y la Sepyc…BIEN GRACIAS.
Nadie actúa porque a nadie, a ningún funcionario le interesa cumplir con su trabajo, trabajo del cual les recuerdo obtienen de nosotros los ciudadanos.
Repito, por un lado el ciudadano que no denuncia y por el otro la autoridad que no cumple con su función.
Por eso pasan estas cosas. Y las que faltan.
Hasta mañana.