La legitimidad del gobernador del estado, Quirino Ordaz Coppel, de ninguna manera está en tela de duda como tampoco lo está su voluntad de hacer bien las cosas.
Él llegó al poder con todas las de la ley, insistimos, eso es indiscutible.
No obstante, existen otros elementos que por fuerza deben reafirmar esa legalidad y en ese sentido el propio mandatario, seguramente lo entiende, debería ser el más interesado en que durante su gestión no haya visos de ocultar irregularidades. La intención para evitar caer en ese tema lo hizo compromiso de campaña, muchos lo recuerdan.
Lo anterior viene a colación por la polémica que se ha desatado por la aprobación, por parte de diputados priístas de la Comisión Fiscalizadora del Congreso local, de las cuentas públicas de la administración pasada pese a las observaciones de pasivos sin fuente de pago de más de cuatro mil millones de pesos y alrededor de 250 millones de retenciones a los trabajadores que no fueron aportados, lo cual no es cosa menor si se trata de clarificar el manejo de recursos públicos.
Por otra parte, el argumento- “no eran relevantes”- para el voto a favor de los tricolores es, por decir lo menos, infantil y se corre el riesgo de dejar evidente arreglos que pudieran favorecer a aquellos que eventualmente hayan hecho manejos inadecuados del dinero público, lo cual no abona en nada para que los legisladores recuperen algo de credibilidad si es que algún día contaron con ella.
Por lo que toca a la auditoría no aplicada a la Secretaría de Salud y la de Educación Pública y Cultura, quedan muchas dudas sobre el destino del dinero cuando de todos es sabido que la primera dependencia fue de las más cuestionadas en la administración que culminó en diciembre de 2016.
En la postura de los diputados del PRI se podría observar que una vez más no están a la altura de las demandas de la sociedad que de manera legítima exige cuentas claras y que ya no está dispuesta a avalar malos manejos.
Los diputados del PRI entonces deberían saber que con temores de abrir albañales no están ayudando al propio gobernador Ordaz Coppel, si no todo lo contrario.
Ojalá tuvieran la capacidad de discernir que ya estamos en otros tiempos, cosa que vemos complicada, más aún para aquellos que aspiran a contender en futuras elecciones. Al tiempo pues…………
Permítaseme hablar en primera persona para recordar a un gran compañero que se nos adelantó en el camino: Juan Manuel García Campos, conocido cariñosamente como El Talacho.
Amigo, desde este espacio públicamente te agradezco la generosidad que tuviste en tu trato siempre cordial hacia mí.
Teníamos proyectos juntos que ya no se concretarán, sin embargo serás inspiración para continuar con ellos, de eso no te quede la menor duda.
Siempre te recordaré con gran afecto y desde el cielo te sugiero que sigas dándole Duro y Macizo.
A tu familia nuestra indeclinable solidaridad.
Descansa en paz entrañable Talachito+.
Nos vemos en otra DIMENSION SINALOENSE………