En Sinaloa más de 1.5 millones de personas viven en asentamientos de riesgo: Dip. Margarita Villaescusa

El Congreso del Estado aprobó un punto de acuerdo para que se exhorté al Instituto Estatal de Protección Civil y a los Ayuntamientos a que actualicen sus Atlas de Riesgo.

Culiacán, Sinaloa a 20 de junio de 2017.- En vísperas del inicio de la temporada de lluvias, la Diputada Margarita Villaescusa Rojo, alertó que en Sinaloa más de 1.5 millones de personas viven en asentamientos humanos considerados de riesgo.

El señalamiento lo hizo al presentar un punto de acuerdo, que fue aprobado por unanimidad del pleno, en el que se exhorta al Instituto Estatal de Protección Civil y a los 18 Ayuntamientos de Sinaloa a actualizar sus Atlas de Riesgo.

Lamentó que a pesar de contar con una legislación a nivel nacional y estatal, para la creación y aplicación de mencionado instrumento y la determinación de las zonas de riesgo, se sigan construyendo asentamientos humanos en zonas de riesgo en varios municipios de Sinaloa.

“Esta práctica corrupta sigue poniendo en riesgo a las familias y sus bienes, quienes por la ilusión de contar con una vivienda, aceptan y adquieren un bien que en muchas ocasiones se encuentra en una zona de riesgo y no solamente estamos hablando de viviendas, también se encuentran en esta situación edificios públicos y privados”, expresó

Villaescusa Rojo, recordó que el Atlas de Riesgo fue propuesto en el Senado de la República, luego de diversos fenómenos meteorológicos que han golpeado fuertemente al territorio mexicano, afectando a millones de familias.

Indicó que, de acuerdo a la Ley General de Protección Civil, permitir la construcción o edificación en una zona de riesgo es considerado un delito grave y que la autoridad que lo autoriza, también violenta el marco jurídico.
Según datos de la Comisión Nacional del Agua, tan sólo en la Capital Sinaloense existen 11 zonas con problemas de inundación, mientras que en Ahome 10, incluida la zona centro y en Mazatlán, la situación es más crítica, pues además de las faldas del arroyo Jabalines y estero de El Infiernillo, la zona sur del puerto es el epicentro de amenazas por deslaves y derrumbes.