¿Qué le pasó al Instituto Nacional Electoral y al Instituto Estatal Electoral de Sinaloa?, es quizá una de las preguntas más frecuentes entre la ciudadanía y los aspirantes a cargos de elección popular durante el proceso electoral que está a unos días de concluir.
La participación de estos costosos órganos deja mucho que desear y son los propios candidatos quienes han tenido que hacer la “talacha” de promover el voto, decirle a la gente cuando será el día de la elección y donde estarán ubicadas las casillas, debido a que la información que deberían estar generando es escasa como si fuera el tesoro mejor reservado. La pregunta es: ¿para quién?
¿Será que no quieren que la gente salga a las urnas el próximo 1 de junio y dar una elección de Estado?
Lo dicen los propios candidatos: “tenemos trancas por todos lados”; “estamos limitados a las redes sociales y acotados porque no podemos llegar a todos los usuarios”; “el INE no nos deja contratar publicidad en medios formales¨; “no hay promoción al voto”, “la gente no sabe ni quiénes son sus candidatos ni cuándo serán las elecciones”.
Podría pensarse que los entrevistados son candidatos de oposición que están resentidos con el sistema, pero mucho de lo anterior lo reveló el propio priista “Chuy” Valdés, quien ante la ausencia de la autoridad electoral, ha tenido que tocar puerta por puerta y adentrarse en charlas más largas de lo común para explicarle a la gente en qué consiste el presente proceso electoral, qué opciones tiene y donde pueden emitir su voto.
El peor enemigo en esta contienda no es “Ya Sabes Quién”, sino más bien No Sabemos Cuándo, Cómo, Dónde y Porqué.
Así como lo lee, muchas personas en Sinaloa ni siquiera saben que estamos inmersos en un proceso electoral y eso nos genera algunas preguntas: ¿dónde están los millones de pesos que supuestamente se destinaron a la difusión de propuestas y promoción del voto?
¿Y los spots?
¿La capacitación?
¿Dónde están las casillas especiales?
¿Dónde se instalarían las casillas extraordinarias?
Un portal realizó un recorrido por varios puntos del Estado comprobando que la promoción al voto es irrisoria, se trata de algunos cárteles sin chiste y dos que tres espectaculares instalados en predios baldíos casi olvidados por el ojo humano.
Lo que resulta curioso es que mientras el INE y el IEES que, presuntamente limitaron a los candidatos, los grandes ganones en la pachanga electoral fueron los gurús de las redes sociales y los chinos, ya que, de acuerdo a cifras de la Secretaría de Economía, la importación de gorras chinas a México aumentó un 300 por ciento durante el presente proceso electoral, al registrarse la llegada de más de 144 millones de este articulo durante los últimos meses.
¿No que muy mexicanos?
Entonces, ¿para quién trabaja el INE?
¿Para quién trabaja el IEES?