Por Adrián Simental.
A lo largo de la historia y pese a no ser un invitado, a la máxima fiesta del fútbol.
Colombia siempre que está en las copas del mundo da la impresión de tener generaciones de futbolistas con un magnífico talento y ese toque latino que hace al futbolista distinto.
Y de la mano de José Néstor Pekerman que ha guiado de excelente manera a esta nación tan futbolera y con la buena actuación en Brasil 2014, esta vez no era la excepción para las grandes expectativas.
Mientras que Japón ha evolucionado de forma constante pero nos queda renuente la copa del mundo pasada con la mala imagen dejada que imponía un retroceso en un crecimiento constante que destacó tras quedarse a nada de acceder a cuartos de final en Sudáfrica.
La arena de Mordovia en Saransk era el escenario en donde colombianos y japoneses hacían su debut, tratando de ajustar cuentas tras el mundial pasado donde Colombia le pasó por encima a los nipones, con planteles y elementos de respeto en el fútbol mundial como la vez pasada, lo que prometía desde lo futbolístico un gran platillo a pesar de la baja de el jugador más brillante entre ambos equipos, pues James Rodríguez no fue de la partida de José Nestor Pekerman por lo menos de inicio, debido a resentir problemas físicos a última hora.
El partido comenzó fuera de todo esquema, establecido un guión que ni en los más extremos escenarios soñaban ambos, apenas iban 2’ minutos y una falta de Carlos “La Roca “ Sánchez, quien se vio totalmente rebasado, dejó a los cafetaleros con 10 hombres, condicionando así el resto del encuentro, aunque lo más terrible fue que la falta era dentro del área.
Shiji Kagawa fue el encargado de cobrar, con las ilusiones más encendidas que nunca de los japoneses, el futbolista del Dortmund lo hizo, anotó el primero para vencer a David Ospina y adelantar a los del sol naciente con apenas 6’ minutos en el reloj.
El transcurso del juego tras el gol, fue el establecido en los márgenes de lo más factible, Colombia fue al frente tomando sus cautelas así transcurrió gran parte del primer tiempo con la ventaja nipona.
Pekerman movía sus piezas, sacrificó a Juan Guillermo Cuadrado tras la inferioridad para anclar en el centro del campo a Wilmer Barrios y así poder jugar con dos contenciones facilitando el retroceso en caso y tener mayor libertad para atacar.
Pasado el minuto 38’ Radamel Falcao García sacó el colmillo y puso el cuerpo para aprovechar el intento de un defensa rival por destruir el ataque y llegaría un tiro libre con aroma de gol.
Juan Fernando Quintero quien tomó el balón, ejecutó de una manera brillante con una gran dosis de sorpresa la puso por debajo de la barrera aprovechando el brinco de la misma para vencerla, incrustando la bonita adelante de la línea de gol pese a la intervención de Eiji Kawashima quien detuvo el balón cuando este ya había rebasado la línea.
Ya con el empate Colombia buscaba estabilidad teniendo en cuenta su inferioridad numérica al pasar de los minutos, así se fueron al descanso.
Una buena mano de Ospina a remate de Kagawa mantuvo con vida a Colombia al inicio de la segunda mitad.
Pasando los minutos Colombia seguía buscando en base a toque de balón y combinaciones con sus extremos, el tanto de la diferencia, James Rodríguez ingresó al campo rompiendo el vidrio en caso de emergencia.
Cuando la segunda parte era adulta con Gaku Shibasaki y Makoto Hasebe conectando arriba y buscando generar como interiores, Genki Haraguchi y Yuya Osako fueron de peligro desde la bandas.
Akira Nishino buscó alternativas para el frente de su ataque Keisuke Honda la más viable para sustituir a un Shinji Kagawa que estaba desgastado desde lo físico.
El mismo Honda fue protagonista de una acción que marcaría la diferencia para los japoneses cuando mandó el tiro de esquina al corazón del área para que Yuya Ôsako rematara tras ganarle el frente a Santiago Arias y poner el 2 por 1 al minuto 73’.
Bacca había entrado a la cancha pero, tras ingresar por José Izquierdo, Colombia perdió la presencia y velocidad de sus volantes por los costados.
Bacca, James y Falcao intentaron más con la inercia de su empuje que con claridad para encontrar el desequilibrio que no llegó.
Colombia no pudo con las japoneses al final la expulsión de Sánchez, pesó y mucho.
Ahora el panorama cambia drásticamente para ambas selecciones.
Jugador del partido: Makoto Hasebe.
Momento Clave: La expulsión y penal Carlos Sánchez.