Pachuca le saca valioso empate a América en la ida de semifinales de Concacaf Champions Cup

El mejor América no pudo con el espíritu de Pachuca, un equipo fresco, dinámico y con desparpajo, uno que no se intimidó al ver al campeón de liga ni al líder general, en Concacaf es otra cosa y los hidalguenses mostraron carácter. El juego de ida de la semifinal de la Champions Cup acabó 1-1 y deja todo para la vuelta. Una cuesta arriba para los azulcrema.

América asumió la iniciativa, quiso demostrar la jerarquía que ha transmitido en la Liga. André Jardine repitió el mismo once que usó ante Pumas, el que para muchos es considerado el mejor cuadro posible y el de las grandes citas.

Arrancó bien el cuadro de Coapa, con la pelota en su poder y encontrando cierta profundidad,con Zendejas; de hecho fue él quien inauguró el marcador, cuando Henry bajó un centro de Reyes y Alejandro le pegó con la pierna izquierda, la pelota entró pegada al palo izquierdo del portero Carlos Moreno.

Diez minutos y los azulcrema ya pegaban, el equipo de Jardine se mostraba mejor que el de Almada, que tardó un rato para meterse en el juego, pero tampoco se descompuso, se mostraba sereno a la espera de empezar a fluir.

Mejoró Pachuca, América dio unos pasos atrás, tuvo el segundo en un contragolpe en el que Zendejas perdió un tiempo y su tiro fue machucado en el área.Los Tuzos dieron un paso al frente, compitieron con la pelota en los pies, porque tienen jugadores que saben manejarse en este tipo de escenarios.

Pachuca obligó al América a retroceder, desapareció el futbol de las Águilas, que se desconectaron, carecieron de fluidez los azulcrema, porque Fidalgo, Valdés y Dos Santos fueron nulificados, los Tuzos ganaban la segunda jugada y los de Coapa lucían desarticulados.

Y Pachuca dio el golpe que América quería evitar: en un tiro libre cobrado por Idrissi, Micolta exhibió a la defensa azulcrema, el ecuatoriano le ganó la posición a Cáceres y empujó la pelota al fondo. Merecido empate para unos Tuzos que mostraban personalidad en el Azteca.

El segundo tiempo fue espectacular, más tenso y analítico, con cierto temor al error, escasearon las opciones de peligro, cada entrenador fue moviendo sus piezas. Jardine mandó a Dilrosun y Richard por Zendejas y Dos Santos, frescura en medio campo y vértigo por la banda.

El juego se cerró, Pachuca daba por válido el empate, porque tenía todo para definir en su casa y había conseguido marcar de visitante. América se nubló, jamás encontró el estilo y la inercia de juego que ha mostrado en los últimos tiempos. A las Águilas les queda ir por la hazaña el próximo martes al estadio Hidalgo.

Fuente: Milenio.

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