Pese a crisis climática los candidatos presidenciales relegan la agenda ambiental

Los candidatos a la Presidencia apenas si mencionan la agenda ambiental en sus discursos –uno de los temas en el segundo debate, que se realizará hoy a las 20 horas–, lamenta la organización Nuestro Futuro.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Pese a que México se encuentra particularmente expuesto a los efectos negativos del calentamiento global, incluyendo la sequía, el tema ambiental ocupa un espacio secundario en la campaña presidencial; los tres candidatos prometen operar una transición de los combustibles fósiles hacia energías renovables, pero ninguno ofrece detalles sobre la manera en que se realizará esta transición y con qué recursos.

“Yo no veo a nadie diciendo ‘en mis primeros 100 días de presidenta voy a tomar tales medidas para ponerle un freno a esta crisis ambiental y climática’; seguimos con propuestas aisladas, pero no con propuestas de política de Estado”, deplora la directora de la organización ambientalista Nuestro Futuro, Nora Cabrera Velasco. Agrega: “Hablan de transición energética pero no está claro en sus propuestas cómo van a financiarla”.

“Nadie habla de cifras, de cuántos puntos del PIB van a poner o de una ruta; hay propuestas aisladas, pero no una política trasversal de Estado”, sostiene la activista en entrevista con Proceso, a dos días del segundo debate presidencial en el que se abordará, entre otros, el tema ambiental.

Propuesta de continuidad

En sus 100 propuestas para implementar el “segundo piso” de la Cuarta Transformación, Claudia Sheinbaum alabó la política de reindustrialización de Pemex y la CFE implementada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero advirtió que su política incluirá “flexibilidad y ajustes”, con una mayor apuesta a la transición hacia energías renovables y a la reducción del consumo de combustibles fósiles, con un objetivo claro: “Electrificar lo más posible”.

Ofrecimiento sin los “cómos”

Xóchitl Gálvez Ruiz, por su parte, publicó nueve propuestas en materia ambiental, las cuales incluyen una promesa para alcanzar emisiones netas cero de carbono para el año 2050 –sin indicar cómo–, la “tolerancia cero” en materia de delitos ambientales, entre otros, en las Áreas Naturales Protegidas (ANP) o los Objetivos del Desarrollo Sustentable y la Agenda 2030 como hoja de ruta.

En sus propuestas de gobierno, Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano (MC), se limitó a tres compromisos en materia ambiental: una transición a las energías renovables –transformando a Pemex y la CFE, entre otros–, reducir el costo de la electricidad, y crear un “fondo nacional de innovación para la prosperidad” que apoye a proyectos sustentables.

De acuerdo con Cabrera, algunos temas quedaron, de plano, excluidos del debate público, como la protección de mares y océanos, la gestión de ciudades sostenibles o la cuestión de los bosques.

Retrocesos

Durante su sexenio, López Obrador recortó de manera importante el presupuesto a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a todos los organismos dependientes de ella –excepto la Comisión Nacional del Agua (Conagua)–, y a la par reforzó la apuesta al petróleo, con el otorgamiento de subsidios a la gasolina o la construcción de la nueva refinería en Dos Bocas, a la que destinó cerca de 320 mil millones de pesos.

Además, en los primeros cinco años del sexenio han sido agredidos 581 defensores ambientales; de ellos, 123 fueron asesinados, indica un informe del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) publicado el 16 de abril último.

Pecados ambientales

Cabrera considera que, de manera general, la administración de López Obrador no puso a la naturaleza ni al clima en el centro de su política, y no avanzó en los compromisos adquiridos por México en el contexto de la agenda 2030 de la ONU, ya sea en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernado o la descarbonización de su economía.

De hecho, considera que la reforma eléctrica, lanzada para reforzar la CFE sobre los actores privados, desarticuló algunas medidas hacia la transición eléctrica, que el Tren Maya generó fuertes daños ambientales y que la “inversión desmedida” en el sector de hidrocarburos “en plena crisis climática” constituyó “uno de los grandes errores que se han cometido en esta administración”.

La activista recalca que México quedó rezagado en reducir las emisiones de CO2, pero sobre de todo de metano, uno de los peores gases de efecto invernadero –del que Pemex es uno de los mayores generadores, con fugas masivas en sus plataformas marítimas y que la petrolera trató de esconder–, así como en su meta de “deforestación cero”.

“Creo que quien sea que llegue va a ser mejor gobierno que el actual en términos ambientales y climáticos”, considera Cabrera. Y explica: “Los efectos de la crisis empiezan a explotar, tenemos problemas serios de agua, problemas de salud derivada de la contaminación, problemas de sequía, desplazamiento de comunidades por el cambio climático; esta realidad nos está alcanzando, y sí va a ser un sexenio que le tendrá que entrar más a esos temas”.
Fuente:  Proceso