Un día como hoy: La fiesta de bienvenida a Maximiliano de Habsburgo, último emperador de México

Maximiliano de Habsburgo junto con sus generales fueron capturados en 1867 y juzgados por una corte marcial sentenciados a pena de muerte el 19 de junio de 1867 y fusilados en el Cerro de las Campanas, en Querétaro

 

Un día como hoy, el 30 de mayo de 1864, el emperador Fernando Maximiliano de Habsburgo y su esposa, la princesa Carlota de Bélgica fueron recibidos con una gran celebración en Córdoba, Veracruz y un Té Deum en su honor, esto luego de una fría recepción en Veracruz el día anterior. La recepción en Córdoba fue mucho más cálida, con festejos, flores y aplausos a lo largo del camino.

La llegada de Maximiliano de Habsburgo a México se dio en medio de las deudas impagas de México a Francia, España y el Reino Unido. Aunque España y el Reino Unido aceptaron la falta de pago y se retiraron, Francia, bajo el mandato Napoleón III, vio una oportunidad de establecer una monarquía controlada por los franceses en México para influir en la Guerra Civil de Estados Unidos y contrarrestar el creciente poder de este país.

Cuando la pareja real llegó a México con el apoyo de la fuerza de uno de los más poderosos ejércitos europeos. Pero en vez de encontrar un país idílico y en paz, encontró una fuerte resistencia a la presencia de las tropas de ocupación debido a que el gobierno constitucional republicano de Benito Juárez se encontraba establecido en Monterrey.

Con la llegada de Maximiliano de Habsburgo en la segundo imperio fue un régimen de facto que gobernó en las regiones bajo su control, aunque efímero, sus proyectos, propuestas y acciones forman parte de la historia nacional.

Maximiliano tuvo tres etapas distintas en su gobierno. En la primera practicó una política conciliadora con el papa Pío IX, con la intención de firmar un concordato que le permitiera ejercer el patronato sobre la Iglesia.

En un segundo momento aplicó una política liberal que le permitió conquistar el apoyo de los moderados, quienes tomaron parte activa en su gobierno, entre ellos Manuel Siliceo y José Fernando Ramírez.

Una última cuando Napoleón III retiró las fuerzas militares que sostenían el imperio mexicano antes de lo convenido en los Tratados de Miramar, obligando a Maximiliano a claudicar de su política liberal y solicitar abiertamente el apoyo de la iglesia y de los conservadores.

El proyecto legislativo

El emperador Maximiliano de Habsburgo había concebido su imperio como una monarquía constitucional. No obstante, ante la imposibilidad de realizar un congreso, con el estatuto provisional del imperio estableció una monarquía absoluta. Un amplio espectro de leyes intentó dar forma y soporte al imperio desde el punto de vista administrativo, económico y social.

Intentó impulsar la modernización del derecho mexicano que en muchos aspectos se encontraba sustentada en la legislación novohispana. En el Segundo Imperio, Teodosio Lares elaboró un código civil y un código de comercio.

Por iniciativa de Maximiliano fue creada la Academia Imperial de Ciencias y Literatura; sin embargo, la ya existente Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística fue el órgano que concentró el mayor número de los esfuerzos científicos.

Como parte de este Segundo Imperio llevó a cabo un amplio programa de apoyo a las artes que tenía como objetivo fundamental hacer público el esplendor de la monarquía materializada en la traza de amplias avenidas, la erección de monumentos, la construcción de bellos y magníficos edificios públicos, pretendiendo demostrar que el nuevo orden político correspondía a la historia y a las necesidades de México.

Una parte central del proyecto fue la Academia Imperial de San Carlos. En ella se impulsó la construcción de una historia nacional, a través de retratos y paisajes que hacían hincapié en la fundación del México prehispánico y la emancipación de España.

El declive del imperio de Maximiliano

La infatigable resistencia republicana evitó la consolidación del gobierno imperial. El constante amago de las guerrillas obligó a las fuerzas intervencionistas francesas a pagar un alto costo material y humano. La imposibilidad de establecer un sistema financiero eficiente llevó al agotamiento de los recursos del Imperio.

En 1867, tres años después de haber subido al trono, las fuerzas de la República acorralan a Maximiliano de Habsburgo y sus aliados en la ciudad de Querétaro. La estrategia militar de Mariano Escobedo consistió en cercar, atacar e impedir la salida de los sitiados y hostilizar al enemigo con el propósito de desgastarlo.

El emperador, sus generales, oficiales y soldados fueron capturados, juzgados por una corte marcial en donde se les sentenció a pena de muerte. El 19 de junio Maximiliano de Habsburgo junto con sus generales Miguel Miramón y Tomás Mejía fueron fusilados en el Cerro de las Campanas, en Querétaro.

Escena del fusilamiento de Maximiliano y los generales Miramón y Mejía, colección particular. Secretaria de Cultura 

Tras la muerte del emperador se reinstauró el sistema republicano en México dando inicio al periodo denominado como la República Restaurada.

Fuente:  La SillaRota