Bárbara Coppel y Alejandro Hank sellan su amor ante la ley de Dios.

columnista-francisEl mar fungió como testigo especial en la unión religiosa de la empresaria y ex modelo sinaloense, Bárbara Coppel González y el torero Alejandro Hank Amaya.

En la residencia número 35 del Hotel Pueblo Sunset Beach se recibió a los distinguidos invitados a la boda. El sacerdote Rafael Martínez viajó de Mazatlán, Sinaloa a Los Cabos para oficiar la romántica ceremonia religiosa efectuada frente al mar.

Empresarios, políticos, socialité, personajes del espectáculo, música, letras y hasta realeza francesa presenciaron el instante en que la pareja del momento pronunció su juramento de amor eterno.

La orden estaba dada y los invitados ingresarían al evento a partir de las 3:15 y así fue. Uno a uno fueron arribando vehículos de lujo de los que descendieron primeramente el galante novio, que al llegar fue bien recibido por los halagos de su ahora suegra, Letty González de Coppel, quien se encontraba ya en la majestuosa residencia. Alejandro se dijo más que feliz.

Los arribos se volvieron más constantes apreciando en ellos a los hermanos de los novios. De pronto llegó el magnate y político Jorge Hank Rhon, padre del ahora esposo de Bárbara.

Acompañado de sus hijos Nirvana y José Carlos. Hank Rhon posó amablemente ante la cámara de medios nacionales y locales.

Poncho Lizárraga, de Banda El Recodo, acompañado por su esposa, Celia Correa de Lizárraga se dieron cita en el lugar, al igual que el político y empresario, Jesús Vizcarra y su esposa Alma, así como la senadora Diva Gastélum.

El conferencista César Lozano; Óscar Madrazo, actor y dueño de Contempo Models; la columnista, Gabriela Vargas; Soumaya Slim, heredera del emporio Slim; el príncipe de Francia, Carlos Felipe de Orleans y su esposa, la princesa Diana Álvares Pereira de Melo figuraron entre los invitados.

Llegado el momento todos los asistentes se ubicaron en un espacio frente al mar, parecido a un teatro, creado con asientos de rocas y cubiertos con cojines para el confort de los invitados.

Con la mayoría ubicados en su lugar y algunos de pie, dada la gran asistencia, inició la boda con la entrada de la novia portando un exquisito vestido de Vera Wang y zapatillas Jimmy Choo, a  juego con finas joyas.  Bárbara se presentó del brazo de su padre, el exitoso empresario sinaloense, Ernesto Coppel Kelly.

Durante la misa el sacerdote,  destacó las virtudes que de los padres de los contrayentes cuyas cualidades formaron el carácter de sus hijos, así mismo enfatizó el valor de la oración, comunicación, tolerancia y la importancia de luchar siempre por el amor.

Finalmente los ahora esposos pronunciaron sus votos y sellaron su compromiso de amor y fidelidad eterna con un gran beso.

Entre aplausos los recién casados dieron su primer caminata como esposos ante Dios  y los presentes, que fueron testigos de su amoroso juramento. De ahí se dirigieron a una sesión fotográfica privada.

Los invitados disfrutaron de un excelso cóctel, brindaron con champagne  en una recepción con un escenario creado para el lucimiento y disfrute de los asistentes.

Los novios eligieron a el mexicano Enrique Olvera, chef mexicano reconocido, para que se encargara de cocinar algo especial para este día.

Los invitados disfrutaron un menú compuesto por chilpachole de camarón, ensalada de frijolón, pepino tatemado, rábanos, costilla de res en adobo, lechuga, verduras encurtidas.

La parte dulce de la noche fue con crema de vainilla y frutos rojos, merengue de fruta de la pasión, menta, pensamientos y polvo de oro; salsa de mandarina, leche frita de maíz, mousse de maíz, plomitas de maíz y macadamia; además cremoso de cocoa, toffe salado, avellana, streusel de chocolate y brioché trufado.

Follaje natural cubría la pared, enormes jarrones repletos de rosas blancas delimitaban espacios, cristalería, velas y glamour completaron la celebración. La musicalización fue con melodías oldies en inglés