Rompecabezas.- Tolerancia

 

Ya no nos debe de espantar ni sorprender la fuerza de la llamada comunidad Lésbico Gay Bisexual y Trasngénero (LGByT) en nuestro país.

Están presentes en todas partes. Siempre lo han estado: en la política, en las artes, en la música, en la educación, en la iniciativa privada, en la ciencia, en la iglesia, en los medios de comunicación.

En todos los ámbitos de nuestra vida.

El pasado sábado en la capital del país, desfilaron y asistieron a una marcha del Orgullo Gay  alrededor de 500 mil personas.

Dicen que nunca antes se había visto una manifestación de este género tan nutrida.

El mensaje: UN ALTO A LA HOMOFOBIA.

Y otro dato también muy importante: los medios narraron que acudieron familias completas, papás, hermanos, tíos y hasta abuelitas, apoyando con su presencia a algún familiar en esa condición.

Y qué bueno que así sea. Respeto.

Mientras que para unos curas “mochos” y retrógradas, los matrimonios igualitarios son “cosa del diablo”, cada día la sociedad mexicana está entendiendo que son personas, como usted y como yo, son seres humanos con derechos y libertades.

Y no hay porqué lanzarlos a la hoguera ni lincharlos..

El domingo, el Partido Sinaloense levantó una consulta en los principales municipios de Sinaloa.

Y sabe qué, la mayoría de los sinaloenses que participaron con su respuesta (31 mil) se pronunciaron a favor de estos matrimonios, aunque no por la adopción de niños.

Bueno, esa es harina de otro costal.

Pero en cuanto a la unión de personas del mismo sexo creo que hay un consenso nacional de que se les permita y se les respete su decisión.

Solo los que tienen un espíritu inquisidor, los que están llenos de tabúes, pero sobre todo, los intolerantes son los que se oponen a que estas personas, hombres y mujeres, tengan afinidades sexuales diferentes al común de la gente.

Tolerancia, señores, tolerancia.

Hasta mañana.

orgullogay