Oscar Valdez, el Rey Thor viene a Mazatlán a recibir su homenaje

 

En entrevista telefónica desde California, Estados Unidos, Oscar Valdez expresa su felicidad ante su próxima visita a Mazatlán para recibir un homenaje por 25 años como Rey de la Alegría de la máxima fiesta porteña que en 1993 llevó por lema “Del mito al mitote”.

Emocionado recuerda aquella campaña de finales del 92 e inicios del 93 en la que su trabajo como locutor en el programa “Las locuras de Oscar” le ayudó a ganar la simpatía y el apoyo de miles de personas.

Le agradaba la idea de ser Rey del Carnaval, pero el título de ‘Rey Feo’ no quedaba con él, e hizo campaña desde su micrófono para que el antiguo nombramiento cambiara al de “Rey de la Alegría”.

“La gente me decía ‘Oscar tú deberías ser Rey del Carnaval, Rey Feo’ y yo les decía que no podía serlo porque yo no estaba feo, yo estaba chulo de guapo. Puedo ser Rey de la Alegría o Rey del Carnaval, les contestaba. Llegué a prometerle a mi audiencia que si así pasaba me lanzaría de candidato al año siguiente”.

Fue hasta 1993 cuando Oscar Valdez se inscribió en la contienda, animado por el cariño de sus radioescuchas, el apoyo de sus compañeros en los medios de comunicación y el acompañamiento de bandas como el Grupo Tropicaché, Banda Zarape, Banda El Mexicano y Banda El Recodo.

“Fue una campaña única. Había fines de semana que tenía presentaciones en cuatro ejidos, cuatro pueblos apoyando al loco de Oscar. Se juntó mucho dinero. Cuando tienes a la radio, a la prensa, a la televisión, al pueblo y a los músicos, ganas porque ganas”.

Y sí, fue tanto dinero el que recaudó durante su campaña que decidió sorprender a sus seguidores en el día de su elección y regresarles un poquito de lo mucho que le dieron durante su candidatura.

“Habíamos juntado tanto dinero que estaba seguro que iba a ganar, entonces le dije a Rigoberto Osuna, el contador público que manejaba el dinero de mi campaña, que no tenía caso entregarlo todo. Me pregunto que qué iba a hacer con él y le dije que fuera a un banco y me lo cambiara por billetes de a cien, de a cincuenta, de veinte y de a diez. El día de la elección me entregó una mochila casi llena de billetes”.

“Nosotros estábamos en el balcón del Palacio Municipal cuando anunciaron que Oscar Valdez fue el ganador de Rey de la Alegría. Me emocioné mucho, tomé el micrófono y le dije a la gente que se arrimara bajo el balcón, saqué el dinero de la bolsa que me dio el contador. Les dije ‘¡este dinero es del pueblo, se los regreso porque me sobró mucho!’ y se los aventé”.