Nos rebasó la pasión

Rodando el balón

Por Adrián Simental.

Hola amigos bienvenidos a una columna más de Rodando el balón, donde hablaremos acerca de lo sucedido el pasado domingo por la tarde, los hechos lamentables que sacudieron al entorno del futbol mexicano, sin duda los ataques entre aficionados son un hecho que no es permisible y que cuestiona seriamente a la capacidad de raciocinio de algunos pseudoaficionados del futbol mexicano.

Todo viene desde las barras o grupos de animación en el futbol mexicano, los barristas son muchas veces personas con un poca capacidad educativa y algunos de ellos con problemas de conducta social, por lo cual es difícil poder entenderlos o mirar desde una óptica distinta, el futbol es y debe de ser un espectáculo de inclusión y no de separación, donde puedan asistir libremente a los estadios personas de diversas índoles y clases sociales.

Al final de cuentas y con ese objetivo llega este maravilloso juego, pero ¿por qué suceden estas cosas? Existen una percepción equivocada de lo que es el futbol para algunos, y ahora se discierne del punto en el que existen distintos tipos de aficionados, todos con un objetivo en específico.

En México la justicia permite a los seguidores de futbol cometer actos vandálicos y solamente recibir un pena mínima, quizá es por ello que no escarmientan los suficiente o recapacitan como para pensar dos veces las cosas antes de cometer actos de este tipo.

Los aficionados al futbol comenten cualquier cantidad de actos menores o de este tipo cada torneo y logran salir de prisión con un pequeña multa o pasando la pena mínima.

A principios de este siglo llegaron las barras a México, traídas de Argentina, comenzando con la Ultra Tuza del Pachuca, de ahí seguirían varías como la Rebel de Pumas, La Monumental del América, La Irreverente de Chivas, la 51 de Atlas, La Perra Brava de Toluca, La Adicción de Rayados, Los Libres y Lokos de Tigres, La Sangre Azul del Cruz Azul además de la Resistencia Albiazul de Querétaro.

Existe una buena cantidad de grupos de animación el futbol mexicano, muchos incluso divididos apoyando al mismo equipo.

Lo sucedido el pasado domingo es un claro ejemplo de las carencias y fisuras que tenemos desde la educación, lo cual nos está pegando en el ejemplo que damos como sociedad y todas las problemáticas que generemos a la misma, por esa pasión mal encausada, tenemos la necesidad de hacer mejor las cosas, partiendo desde las instituciones que deben de poner el orden y controlar este tipo de sucesos, prevenir y actuar con el fin de erradicarlos al cien por ciento.

Ojalá que estás acciones no hubieran pasado, pero a veces solo así es necesario para poder escarmentar, la Liga MX necesita actuar al respecto y en base a ello poder manejarse de mejor manera, los gobiernos y policía entender la magnitud de los hechos y la importancia de actuar sobre los mismos.

Solo así podremos mejorar como sociedad y brindar un mejor espectáculo en todos los sentidos.

Ojala y en la cabeza de estos desadaptados logré algún día caber la cordura y entiendan que el futbol es un deporte integral, que sirve para unir y entretener a miles de familias con el fin de que estás logren divertirse y pasar un rato sano, que aquí no se nos va la vida y no se juega a vida o muerte, que solo debe de ser un complemento y no un escaparate para sacar las frustraciones de nuestra cotidianidad.