En Mazatlán, Pitouch Company presenta Antígona, ¡Otra vez tengo ganas de pegarle a alguien!

Dentro del 2do. Encuentro Internacional de Teatro con el apoyo del ISIC

Mazatlán, Sinaloa.-Con interesante público que se convocó en el Museo de Arte de Mazatlán, la Compañía de teatro francesa Pitouch presentó Antígona, otra vez tengo ganas de pegarle a alguien, dentro del II Encuentro Internacional de Teatro organizado por la agrupación Arte Escénico Todo Terreno, con el apoyo del Instituto Sinaloense de Cultura.

Bajo la autoría y dirección de Evelyn Biecher, el espectáculo se desarrolló con el público de pie, haciéndose partícipe y testigo de esta historia de corte vanguardista, con temas como el nacimiento, la vida y la muerte, con un buena manejo de luces y audiovisuales para recrear pasajes como La Creación.

La obra inicia desde que entran los primeros espectadores, en un teatro a oscuras y lleno de neblina, con un sonido con el que se dan instrucciones a los presentes, quienes deberán permanecer de pie sobre el escenario donde se han instalado tres templetes.

Foto/Instituto Sinaloense de Cultura.

La pieza, concebida como una especie de performance, consta de ocho escenas: El Nacimiento / Big bang; El Niño rey; Adolescencia; Útero envenenado; Rebelión y Training 2; Químicos alimentarios; Lista de tortura (video) y Réquiem/ Luz / Pesadilla, desarrollando temas como la familia, la migración y la violencia que se vive en el mundo.

Actúan Evelyn Biecher, Michael Steffan y Marcia Cabrera; con la dirección de sonido y plástico de Jaidy Díaz, en una pieza en la se conjugan liberación, locura, amor, adaptación, ritmo, evolución y transgresión, con el uso de sustancias (inocuas) que los envuelven y que incluso charquean a los presentes.

Foto/Instituto Sinaloense de Cultura.

Antígona se desarrolla por medio de textos, música, materiales plásticos, efectos de luces, movimientos físicos y participación con el público. La pieza interroga los límites del ser humano, cuestiona “el humano” interno de cada persona. Da voz a los muertos y aquellos que están vivos pero no pueden hablar.

La obra se inspira en Antígona, personaje de la obra de Sófocles, pero que no es la versión clásica sino una adaptación que se apega a la realidad que viven muchos países en la actualidad.