El estado debe poner las reglas del juego, subrayaron.
La legalización de la venta, uso, consumo y distribución de marihuana en nuestro país es un tema de gran complejidad cuyos matices deben analizarse cuidadosamente y a profundidad, advirtieron en el Instituto Nacional de Ciencias Penales, el abogado penalista Ulrich Richter, el exdiputado federal por la LXIII Legislatura, Jorge Álvarez Maynez, el especialista de la organización de la sociedad civil México Unido contra la Delincuencia, Víctor Gutiérrez, así como la investigadora de este instituto, Blanca Ivonne Olvera.
“Parecería que la discusión ya no es, si debería o no legalizarse la marihuana, sino en cómo hacerlo. Tenemos que voltear a ver las experiencias de Uruguay, así como lo que acaba de pasar en Canadá”, refirió el Director General del INACIPE, Gerardo Laveaga al dar la bienvenida al público que se dio cita en el auditorio “Alfonso Quiroz Cuarón”.
Al abrir el debate, el abogado penalista Ulrich Richter comentó que los términos en los que Olga Sánchez Cordero y Alfonso Durazo, virtuales secretarios de Estado del próximo gobierno, han planteado la legalización de esta planta, sí permiten avizorar una reducción de la violencia en el país.
“En Canadá, por ejemplo, a pocas horas de que se abrieron las tiendas para comprar marihuana, esta se acabó… Y todas esas personas que antes recurrían al comercio ilegal y que podría decirse, eran mini traficantes, ahora dejaron de cometer un delito. Esta medida, creo, sí ayudaría a bajar la violencia un poco en México”, dijo el abogado que tiene un amparo ante la SCJN para uso recreativo de la marihuana sin fines de lucro.
En contraste, el exdiputado federal por la LVIII Legislatura, Jorge Álvarez Maynez, indicó que existen argumentos y evidencias que comprueban lo absurdo de los planteamientos que colocan este tema como la solución al problema de inseguridad.
“Si legalizamos las drogas no es para acabar con la violencia en México. El crimen organizado tiene una estructura compleja. Hay regiones en las que está apoderado de las ferias de los pueblos, del transporte público, del huachicoleo… Es absurdo pensar que con la regulación de una sola droga, con todo y lo importante que es en el mercado, vamos a detener el crimen y los asesinatos”, opinó.
Por su parte, el especialista de México Unido contra la Delincuencia, Víctor Gutiérrez, puntualizó que debe ser el Estado mexicano quien determine las reglas del juego respecto al uso, consumo, venta y distribución del enervante, con la finalidad de brindar la mayor protección a los ciudadanos que decidan ser consumidores. “Se necesitan controles sanitarios estrictos y reglas de operación claras. Esa es la verdadera forma de proteger la salud y la seguridad de las personas”.
A pregunta expresa del público sobre si las organizaciones delincuenciales podrían ejercer algún tipo de represalias luego de que el Estado tome el control sobre el mercado de la marihuana, Víctor Gutiérrez señaló que en Uruguay hubo un repunte de violencia los primeros meses de la regulación; sin embargo, la delincuencia organizada se percató que no podía competir ni en calidad ni en precio, por lo cual la disputa terminó”
Aunado a ello, la investigadora del INACIPE, Blanca Ivonne Olvera, sostuvo que la regulación es la mejor vía para inhibir delitos, además de que es una forma de generar ganancias para el Estado. “Regular la venta y consumo de marihuana va a ser un incentivo para volver lícito lo ilícito y eso va a traer ganancias, además de que habrá mayor control de calidad en lo que se vende”.