“Presidente versus gobernadores/alcaldes”

Por Manuel Cárdenas Fonseca 

¿Cómo entender el significado de “versus”? ¿Cómo oposición o como enfrentamiento? O simplemente decir que es una falacia en nuestra muy mexicana democracia que nace con un “sufragio efectivo, no re elección” propio de la lucha de intereses económicos y de poder que no de las necesidades de que la sociedad evolucionara y sus integrantes fueren preparados, cultos, innovadores y progresistas.

En este tiempo lo que advierto es que vivimos las consecuencias de lo que se fue cultivando y echando raíces en las mentes de las generaciones que datan de la post guerra, simiente propia de un “alemanismo” y negocios turbios con un andamiaje jurídico a modo de quienes desarrollaron “relaciones” con extranjeros muy alejados de querer al mexicano pero sí amar la riqueza de su tierra.

Tener un “pacto federal”, tres órdenes de gobierno que deben ser pares con funciones propias que complementan el todo pero sin someterse el uno al otro, seguirá siendo una aspiración. Ya vemos cómo unos inclusive gritan por un “Estado de Derecho” pero actúan en forma inversamente proporcional, ya vemos a otros que no quieren alejarse del “caudillo” y pocos vemos que se estén creando los espacios para una democracia plena, mexicana sí, pero plena en la que se respete el voto desde su origen y las mentes no sean cautivadas por prebendas y una vez emitido el voto en la boleta ésta no sea manipulada o mal contabilizada y, mucho menos hordas que veo muy presentes en el cotidiano actuar del día a día.

Actualmente, el Presidente López Obrador “tira línea” cada mañana sin importar qué dice la ley y qué deben hacer conforme a la ley los encargados del despacho (Secretarios de Estado de su gabinete y titulares de gabinete ampliado) y ello es propio de cualquier actual gobernante en América (con excepción de Canadá [con gran influencia europea y con la presencia de la corona inglesa en su régimen jurídico]), pero sus colaboradores no deben actuar en su esfera administrativa, que no política, bajo otra forma que no sea la ley y lo que la misma les impone y mandata, igual suerte deben correr los gobernadores y los alcaldes que no dependen del ejecutivo federal ni fueron votados como sus súbditos.

Sin embargo, como dice el ciudadano de a pie: “no quiero corrupción pero no me queda de otra” para así justificar sus conductas alejadas del orden y el respeto a la ley. Igual suerte estamos viendo en gobernadores y alcaldes que cada que ven al Presidente (sólo Jefe del poder ejecutivo federal y no de los tres poderes u organismos constitucionalmente autónomos, mucho menos de gobernadores o alcaldes) en su conducta y discurso llevan el mensaje de que el receptor del mismo (presidente) es el caudillo o mesías. Así lo he visto y así lo he combatido por años. Así no se puede aspirar a una real y verdadera democracia.

Al Presidente, ciudadanos, no ciudadanos, alcaldes y gobernadores le piden resuelva sus obligaciones y el Presidente se la cree y les endulza el oído y, en ocasiones, erróneamente y muchas veces ilegalmente, se mete en lo que no es su esfera de comportamiento trastocando facultades, confundiendo más y provocando que no se salga del atrolladero en que nos han metido: ese atolladero (fango del que no podemos salir) que dice que cuando la mayoría de los tomadores de decisiones son culpables todos son inocentes.

Ahora entonces, detener esto no es tarea fácil y llevará generaciones y, en el día a día, nadie quiere ser el primero en empezar, de allí que se justifica que el gobernador de Sinaloa se acomode en el mejor sitio para dar respuestas, si no todas, las más posibles y convenientes para el día a día de sus gobernados, entendiendo el lexicón de su pueblo y el perfil del Presidente y, en ello, no hay pecado así varios “comentócratas” busquen ridiculizar su “nos irá a toda madre” igual en búsqueda de cobrar facturas de cualquier tipo mismas que no se deben de pagar ni recibir al cobro.

Diferente es Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, en donde el gobernador un día dice una cosa y al rato se desdice para luego volver a la misma cantaleta (así han sido sus últimos cuatro gobernadores) y eso hace una diferencia entre el sur-sureste con Occidente y el Norte de nuestro país. Eso hace que en esas entidades federativas la violación cotidiana a la ley y la irreverente impunidad sea desayuno, comida y cena y se trastoque al todo (República mexicana), huelga destacar la ilegal pero auspiciada ilegalmente CONAGO (todos infringiendo la ley [Constitución] desde esa pandilla) como Virreyes adulando al Rey para ver qué de las alcabalas les toca y, así, aun cuando exista un gobernador que sepa que se viola la Constitución, el pacto federal, los espacios competenciales y geográficos de cada orden de gobierno (pares) mejor se hace de “la vista gorda” en ese espacio de impunidad.

Si bien un Presidente dijo “La solución somos todos” lo que nadie podía desmentir pero en los actos fue dispendio, impunidad, corrupción y nos llevó llevó a que el siguiente dijera “La renovación moral de la sociedad” habida cuenta de los pasados acumulados desde el “alemanismo” (esto no quiere decir que en otros gobiernos anteriores no existiera la corrupción) los negocios de “familia”, lo cierto es que el perfil de sociedad es la suma de sus integrantes por lo que si México es el país 139 en percepción de corrupción en relación a las métricas de la OCDE, esta caída se aceleró con Salinas, se disminuyó mucho con Zedillo y se acrecentó vertiginosamente a partir de Fox con su gasolina, la impunidad.

Así pues, a Sinaloa y a su gobernador en estos usos y costumbres referidos (no se califican de buenas o malas en este párrafo) le fue “a toda madre” ya que si quieren sacrificar a Sinaloa los “comentócratas” en la persona del gobernador, antes deben llevar al patíbulo, por lo graves de sus conductas, a más de dos tercios de los gobernadores.

La realidad es que estamos muy mal en todos los sentidos pero la explotación de nuestra riqueza y el consumo que generamos cerca de 130 millones de mexicanos permite que quienes conducen el “barco” al puerto por ellos deseado permitan atropello y medio sin darse cuenta de que más temprano que tarde, de seguir así, esto reventará y la estampida social y el enfrentamiento será digno de ver más sangre que en la revolución.
¡C U I D A D O! Cuidado, mucho cuidado.

Escuché que el Presidente comentó que cada quien a lo que le corresponde y hago votos porque él y sus colaboradores pongan el ejemplo y dejen de ver a las entidades federativas como los virreyes que les recolectan las alcabalas de la riqueza nacional, y así, los gobernadores dejen de verse como Virreyes usufructuarios de esa misma riqueza en función de la hormona del Rey. También, que el Presidente no confunda con su supremacía (que no es legal) respecto de los otros poderes (ídem gobernadores en su ámbito espacial y temporal) y éstos dejen de ser aduladores del rey y hagan lo propio empezando por el poder judicial tanto en el orden estatal como en el federal que, en este último, jueces de distrito y magistrados son de lo peor en impartición de justicia pronta, expedita y conforme a la ley (si quieren muchos ejemplos se los envía a cada Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación).

¡Muchas gracias y sean felices!
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