“La Guardia Nacional”

Por Manuel Cárdenas Fonseca.

Ha quedado atrás la discusión sobre la integración de la Guardia Nacional. La misma es una realidad Constitucional y ya han sido aprobadas las leyes secundarias por lo que viene su implementación y operación lo que obliga a las readecuaciones del gasto tanto en el orden de gobierno federal como en las entidades federativas.

La inseguridad pública trastoca la tranquilidad de las personas y afecta su estado emocional y de convivencia diaria, vaya, afecta directamente la calidad de vida y la salud de las personas. Carmina Jasso López nos comenta que “…la percepción de inseguridad puede ser independiente de la victimización, Stanko señala que también está relacionada con un sentimiento que hace sentir vulnerables a los individuos. Afirma que se asocia con “la preocupación por estar fuera de la casa, probablemente en una zona urbana, solo y potencialmente vulnerable a daños personales”, es decir, el simple hecho de estar fuera de casa, hace sentir a los individuos más vulnerables e incluso hay lugares en los que definitivamente las personas se sienten potencialmente vulnerables.” (Percepción de Inseguridad en México, Revista Mexicana de Opinión Pública, Volumen 15, julio-diciembre de 2013).

Es por lo anterior que las autoridades de los tres órdenes de gobierno no nada más deben garantizar la seguridad de las personas y sus bienes, sino que también deben lograr en el individuo la recuperación de la confianza y su estado emocional para reflejar que, más allá de las estadísticas, que pueden transitar libremente y sin riegos.

De acuerdo a los indicadores de Semáforo Delictivo de abril de 2019, que monitorea su clasificación de delitos en: Homicidios, secuestro, extorsión, narcomenudeo, robo a vehículo, robo a casa, robo a negocio, lesiones, violación, violencia familiar y feminicidio, Sinaloa tiene semáforo en rojo en violencia familiar, violación, lesiones, robo a negocio, robo a casa, quedando en amarillo homicidio y narcomenudeo, y, finalmente, con semáforo en verde tenemos secuestro, extorsión, robo a vehículo y feminicidio.

Si nos basamos en la medición comentada, pudiéramos decir que la percepción ciudadana señala que en Sinaloa tenemos muchos feminicidios, demasiados robos de vehículos y que cualquier homicidio es grave.

Si comparamos Yucatán con Sinaloa, las dos entidades del país en las que sus gobernadores tienen el más alto porcentaje de aceptación de acuerdo a la encuesta de Massive Caller del mes de mayo, tenemos que Yucatán tiene semáforo en verde en todos los rubros salvo tres: Robo a casa, robo a negocio y feminicidio.

Así, observamos que si vamos a las causas de los delitos contra la percepción ciudadana, la autoridad tiene mucho por hacer para alinear los resultados del Semáforo Delictivo con el sentir de su población.

Por lo anterior, habida cuenta del incremento en el número de homicidios y los actos brutales de la delincuencia organizada como los realizados el pasado domingo 26 en la ciudad de Zamora, Michoacán, las competencias del orden federal obligan a implementar medidas de fondo y cambiar criterios respecto de lo que consideramos (legalmente) delincuencia organizada y dejar de ver aisladamente delitos que están encadenados, vinculados entre sí. Se alimentan entre ellos. Los delitos de la delincuencia organizada (competencia federal) van de la mano de los delitos del fuero común pues los primeros se alimentan de la renta económica que da la comisión de delitos como el lavado de dinero, la defraudación fiscal, el secuestro, el contrabando, la trata de personas, desapariciones forzadas (que por cierto debieran clasificarse en el Semáforo Delictivo) y se esparce en todo el imaginario colectivo de los delitos sin importar el espacio competencial de la autoridad.

Un aspecto neurálgico que se debe combatir y re estructurar de ya es el sistema carcelario, mismo que ha funcionado, en gran medida, como las oficinas centrales desde las que se organiza, dirige y ejecuta el negocio delictivo. No es permisible seguir teniendo delincuentes de diferente peligrosidad en los mismos centros de reclusión, con personal de los dos órdenes de gobierno que hacen que se pierda, diluya, la responsabilidad entre los funcionarios y es por eso que nunca sabemos de sanciones para los directivos de los penales o sus empleados a pesar de las fugas más extrañas y de risa que hemos padecido. Para muchos delincuentes o presuntos delincuentes, el estar privados de su libertad no es problema alguno para que sus negocios permanezcan ya que en los centros penitenciarios logran incrementar su fuerza laboral y no tienen restringida la comunicación pues en ellos campea la impunidad y la corrupción y no dejamos de ver a cada rato la situación que se “descubre”, cíclicamente, de privilegios.

Recordemos que los líderes o dirigentes de la delincuencia organizada de “antes” pensaban en la renta económica pero haciendo de su actividad una carrera profesional que les permitiera larga vida y, ahora, balcanizado el país, nos hemos llenado de jóvenes que no les importa sembrar el terror, tampoco hacer carrera de largo plazo y sí ostentar su poder letal y económico, filtrándose en todos los segmentos de la sociedad para presumir su poderío de compra con carros de lujo, hombres o mujeres, ropa de marca, joyería fina y su reto permanente a la autoridad.

Debemos de salirnos del reducido espacio que la mayoría de la gente cree en el sentido que el lavado de dinero sólo proviene del narcotráfico. No, la delincuencia organizada lava dinero de sus actividades ilícitas vía negocios formalmente establecidos cuyo financiamiento proviene de dinero público o corrupción en el aparato público, del tráfico de personas, de la evasión fiscal, del contrabando de automóviles, oro, moneda, piedras preciosas, extorsión, secuestro, trata, corrupción de menores, etcétera.

Ya declaró Irma Eréndira Sandoval, Secretaria de la Función Pública del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, que nuestro país tiene un vergonzoso tercer lugar a nivel mundial en lavado de dinero y sólo nos ganan China y Rusia (periódico La Jornada, 23 de mayo de 2019) y eso me hace prender todas las alertas posibles ya que ¡le ganamos a Estados Unidos de América! Y me hace pensar que gran parte de la actividad empresarial (empresarios) y el sistema bancario mexicanos están metidos hasta “el eje” en este lucrativo negocio que hizo se mimetice el crimen violento con los delincuentes de cuello blanco ¡vaya simbiosis! En la que los simbiontes sacan provecho de su vida en común.

Así pues, si la representante del gobierno federal declara tan grave situación es tiempo de poner un hasta aquí a su diagnóstico y ser eficaces y eficientes para combatir y disuadir el lavado de dinero, la renta de la actividad criminal, la impunidad y la corrupción.

¡Muchas gracias y sean felices!
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