“Son fantasías de escape desde mi niñez, y eso se ha venido infiltrando en lo que escribo, y todo eso tiene que ver con mi cerebro enfermo”, Atenea Cruz.
En un primer momento, el escritor mazatleco, Saúl Valdez, habló sobre la manera en que plasma sus historias. “En lo sobrenatural eres algo más seria, porque empiezas a tejer la trama para que el lector se vaya metiendo y encuentre algo con lo que se sobresalte. No son historias planas, Atenea te provoca algo”.
Irasema Orona, quien es poeta mazatleca, comentó que la autora va metiendo a los lectores por puntos, dentro de esas historias que construye, y maneja muy bien las construcciones metafóricas, es decir, dos realidades, una dentro y otra fuera de la cabeza de Atenea, al decir sobre sus trastornos.
“Nos va mostrando estos personajes que al final de cuentas, nos vemos reflejados de alguna u otra manera. Alguna vez hemos sido todos así; como personas, nos vamos encontrando con estos corazones negros, que han estado destrozados, ansiosos y así es la vida. Corazones negros nos está poniendo un espejo para encontrarnos en momentos o en el libro completo”.
En palabras de Atenea Cruz, resaltó que le gusta mucho el dinamismo del cine y la literatura, ya que es muy importante la economía del lenguaje, tratando de delinear a los personajes con sus acciones.
“Yo escribo desde mi experiencia personal, para burlarme o criticar de lo que me duele, es decir, de una preocupación que tenga en mi vida”, acotó.
“Una no sabe”, “Instrucciones para un fracaso”, “Summertime”, “Un viaje”, “Alta costura”, “Corazones Negros”, son solo algunos de los cuentos que se encuentran en esta trabajo literario de la originaria de Durango.