El novelista, narrador y poeta Alejandro Paniagua Anguiano platicó con Samuel Parra sobre su más reciente novela “Tres cruces”.
El propio autor expuso que el texto está ligado a las emociones negativas, basándolo en él, su madre hipocondríaca y su relación con la muerte que para él siempre fue muy cercana; misma que se refleja en las inquietudes de la pequeña Lúa, una de las protagonistas de su obra que se pregunta: ¿Por qué la muerte es así y porqué se lleva a sus seres queridos?
“Te tengo que comentar de muchas personas que leyeron antes el libro, su preocupación era ésto de la corrección política y qué iba a pasar cuando la gente leyera el libro (…) Y eso sí me preocupaba, qué iba a pasar con eso Y a ver si no me terminaban cancelando por las cosas que decía, pero creo que afortunadamente eso no ha ocurrido; la editorial en sí jamás me dijo nada, al contrario, estaban muy contentos y muy orgullosos de la novela, fueron otros editores y otros lectores los que me hicieron saber éso, qué les daba miedo la reacción de la gente y sobre todo a este grupo muy afín a la corrección política”.
Además recalcó que: “En la literatura no hay cabida para la corrección política, en el arte en general, creo que es un ámbito que no necesita de éso, necesito más bien de libertad absoluta para poder crear un personaje”, enfatizó
A su vez, el promotor cultural y comentarista de la presentación, Samuel Parra, expuso que el texto contiene una historia violenta, tremenda, cruda, con un lenguaje desgarrador al que se le asemeja la literatura del Norte.
“El título viene a confirmar que en un envoltorio puedes meter todo lo malo del mundo ibas a necesitar pala para poder cavar en la tierra tres fosas y meter ahí a muchos cadáveres, pero sólo vas a necesitar tres cruces; Alejandro Paniagua lo que hace es un juego donde a la violencia la dota de metáforas con mucha belleza”
Su más reciente novela publicada en Textofilia Ediciones. Un íntimo retrato de la violencia en México a través de los ojos de tres narradores: una pequeña niña (Lúa, su abuela (Estela) con una chocante y contrastante relación donde interviene un sicario nombrado “Ponzoña”, que el propio Paniagua fue construyendo a través de 3 entrevistas que realizó sicarios reales.
El autor enfatizó además en la importancia de tener conciencia tanto de la vida como de la muerte como un estado de transición en perspectivas incluso budistas y ocultistas que llevan al misticismo con humor y sarcasmo, todo a través de la absurda contradicción humana, lo que se refleja en el texto mediante los propios personajes, que así reflejan consecuencias de sus propias decisiones.
Entre los logros más notables del mencionado autor y académico se encuentran ser becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) en el género de cuento durante el año 2007, obteniendo también en el 2009 el Preemio Internacional de Narrativa “Ignacio Manuel Altamirano”otorgado por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM); publicándose también sus novelas como: “Los Demonios de la Sangre” o su poemario “Tatuajes de un mexicano herido”, entre otras obras.