El expresidente del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg, hizo este domingo un llamado para defender los avances logrados en democracia en México.
Como único orador tras la marcha en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), el académico afirmó que “México no merece una reforma constitucional en materia electoral impulsada por una sola voluntad por más relevante que sea”.
“Quienes estamos hoy aquí, ciudadanos, todos en el ejercicio de nuestros derechos, sabemos porque lo vivimos que en nuestro país laten diferentes formas de pensar, distintos intereses, diversas plataformas políticas e ideológicas, y que sólo desde el autoritarismo más ciego se puede aspirar a homogeneizar esa riqueza de expresiones”, expresó en un discurso que duró 15 minutos.
En medio de la consigna “A eso vine a defender al INE”, el exconsejero presidente del órgano electoral dijo que las próximas elecciones deben de contar con las mismas garantías de los últimos años: padrón electoral confiable, equidad en las condiciones de la competencia, imparcialidad de los funcionarios, conteo pulcro y resultados preliminares la misma noche de elecciones.
“Hacemos un llamado a todos los grupos parlamentarios, sí, a todos sin exclusiones, los que conforman las Cámaras del Congreso federal y de los 32 Congresos en las entidades a que defiendan lo edificado en materia democrática y no conduzcan a nuestro país a una etapa superada, la del autoritarismo que se auxiliaba de autoridades electorales a modo”, expuso.
En ese sentido aseguró que se defiende un sistema electoral que cobija a todos.
Woldenberg reconoció que la democracia en México no ha llegado “a una estación final” ni a un “paraíso“, pero que el “país no merece regresar al pasado”.
“Apenas a una germinal democracia, pero que nos ha permitido asentar la pluralidad política y que la misma pueda coexistir y competir de manera pacífica”, aseveró.
Al finalizar su discurso, los organizadores de la marcha pusieron el himno nacional que fue entonado por las miles de personas concentradas en el Monumento a la Revolución y en las calles que desembocan ahí.
Fuente: Latinus