IKEA el gigante sueco en problemas por el apetito por la madera

Un documental sobre el gigante sueco Ikea, presentado recientemente en el festival Fipadoc de Biarritz, denuncia la explotación intensiva de los bosques del mundo por parte del fabricante de muebles. Será estrenado también en la cadena de televisión francoalemana Arte, el 28 de febrero.

En países como Rumanía, Polonia, Suecia, Brasil o Nueva Zelanda, los autores hablaron con activistas indignados por la explotación de madera, así como con representantes de esta industria vital para Ikea, que facturó 44 mil millones de dólares, sólo en 2023.

44 mil millones de dólares facturó la corporación de origen sueco, sólo en 2023

El filme fue seleccionado en la categoría “Impacto” del Festival Internacional Documental (FIPADOC) dedicado a los derechos humanos, la justicia social y el medio ambiente que se celebra en la ciudad del sudoeste de Francia.

“Estamos aquí para aportar nuestro granito de arena. Pero los periodistas no somos los únicos, venimos después de los ciudadanos y las ONG que han trabajado para identificar las zonas explotadas y documentar las zonas taladas”, dijo Xavier Deleu.

La investigación del medio de comunicación Disclose, coproductor del documental, es la continuación de otra divulgada en 2023, centrada en el tráfico de robles de Francia hacia China.

“Nos dijimos que teníamos que profundizar más. Rápidamente fue el ángulo ambiental el que nos pareció pertinente porque un árbol talado cada dos segundos sólo para las necesidades de Ikea es enorme”, señaló Marianne Kerfriden.

El documental analiza la transición “de una época en la que no nos preguntábamos por la huella ecológica de nuestras compras, a otra en que ya no podemos comprar sin preguntar de dónde viene el producto, en qué condiciones se elaboró y qué impacto ambiental tiene”, dijo Deleu.

“Una plantación de árboles no es un bosque”, acotó Kerfriden, al señalar que en Europa prácticamente no quedan bosques primarios. “Todos han desaparecido, con la excepción del bosque de Bialowieza, en Polonia”, añadió.

Además de los árboles, la cinta examina también el destino de los pueblos autóctonos, como los sami, que son criadores de reno que ven desaparecer el alimento de sus animales en Laponia; o los maori de Nueva Zelanda, expulsados de sus tierras por proyectos de plantación de árboles destinados, según los autores, a asegurar la neutralidad de carbono del gigante sueco.

Fuente: El Sol de Mexico