Ibuprofeno: ¿qué es y cuáles son sus efectos secundarios?

Es recetado para aliviar intensos dolores e inflamaciones

 

La Ibuprofeno es un fármaco muy popular por sus cualidades que ayudan a disminuir el dolor en el cuerpo. Los especialistas han explicado que este medicamento actúa impidiendo la formación de prostaglandinas, las cuales se producen en respuesta a una lesión, o a ciertas enfermedades, y provocan inflamación y dolor. Por ello, es usual que sea recetado para aliviar intensos malestares e inflamaciones.

Según el Instituto Nacional del Cáncer, el Ibuprofeno es un analgésico y antiinflamatorio no esteroideo que normalmente se utiliza para tratar el dolor y la inflamación significativa, tal como la que ocasionan la  artritis reumatoide leve y las alteraciones musculoesqueléticas (osteoar­tritis, lumbago, bursitis, tendinitis, hombro doloroso, esguinces, ­torceduras.). Además, se utiliza para el tratamiento del dolor moderado en postoperatorio, en dolor dental, postepisio­to­mía, dismenorrea primaria y dolor de ­cabeza.

¿Cuáles son los efectos secundarios del Ibuprofeno?

De acuerdo con la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), entre el 10 y el 15 por ciento de los pacientes que han ingerido Ibuprofeno han tenido que suspender su ingesta por intolerancia gastrointestinal, entre las principales reacciones secundarias del medicamento se encuentran:

  • Dolor en la región epigástrica
  • Náuseas
  • Acidez del estómago
  • Sensación de plenitud en tracto gastrointestinal
  • Nivel bajo de plaquetas
  • Erupciones cutáneas
  • Dolor de cabeza
  • Mareos y visión borrosa
  • Transtorno del nervio óptico
  • Retención de líquidos
  • Edema

¿En qué casos se debe evitar su uso?

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha advertido que lo recomendable es utilizar la dosis eficaz más baja durante el menor tiempo posible para evitar las reacciones secundarias. No obstante, la revista British Medical Journal, señala que el fármaco no es recomendado para los pacientes con enfermedades del corazón, ya que los antiinflamatorios no esteroideos aumentan el riesgo de infarto.

Tampoco es aconsejable para las personas que ingieran medicamentos anticoagulantes; pacientes con asma, ya que puede llevar a sufrir un episodio de broncoespasmo potencialmente mortal; y pacientes con problemas gastrointestinales, ya que el medicamento puede reducir el flujo sanguíneo en el área estomacal así como irritar el revestimiento del estómago y los intestinos.

Fuente:  Heraldo de  Mexico