Rompecabezas.- Luz Violeta

 

maxresdefault (1)Tal vez el nombre no le diga nada. Pero en Culiacán, en el bajo mundo, es bastante conocida y ahora se acaba de hacer más famosa.

Se le conoce como “La Terrible” y es uno de esos ejemplares del movimiento alterado, dedicados a hincharse de billetes venerando a los delincuentes a través de sus corridos.

De hecho se le conoce como “La Diva del Corrido” y en las portadas de algunos de sus cd’s aparece luciendo su pistola escuadra y con autos de lujo.

Esta “artista” que se le han echado encima al gobernador del estado, fue detenida apenas la semana pasada en la capital, en un operativo de la Policía Estatal, al estar participando –en flagrancia- en un presunto acto de secuestro o al menos retención ilegal de la libertad en contra de….¡sus ex suegros!.

Qué chulada de mujer. Artista y presunta delincuente al mismo tiempo. Que hilo tan delgado.

Por eso, en una entrega pasada planteaba aquí, ¿lo que cantan esos especímenes usted considera que es arte, que es cultura, que es música?.

Mi respuesta sigue siendo la misma: NO.

Hoy lo confirmó, esos “artistas, discúlpenme, son parte importante del problema de violencia que vive Sinaloa y de la terrible “narcocultura” con la cual nos tildan a todo en el resto país y en muchas partes del mundo.

Decir Sinaloa es decir, narcos, violencia, buchones, sangre. Y no es así.

Esta mujer fue consignada ante la Unidad Antisecuestros, se le tomó declaración y luego puesta ante el ministerio público, supuestamente cinco horas después.

Por esa supuesta falla del MP en el odioso término legal llamado “debido proceso”, el juez segundo del ramo penal con sede en Culiacán, la acaba de dejar libre.

¡Que le parece!

Pero no solo a ella, también a sus dos cómplices, dos tipos mismos que fueron detenidos –también en flagrancia- cuando bajo amenazas tenían a la hija del matrimonio obligándola a retirar dos millones de pesos de una cuenta bancaria para pagar el rescate.

Eso quedó asentado en la averiguación, con el testimonio de la víctima.

Con todos estos elementos contundentes, un “paladín” de la justicia del STJE los deja total y plenamente en libertad.

Mínimo, el señor presidente del Tribunal, Enrique Inzunza Cázares, debe de ordenar una investigación sobre el proceder de este señor juez.

Hoy que se habla tanto de transparencia y rendición de cuenta, creo que también el Poder Judicial se debe abrir a la sociedad.

Repito, por eso el servicio público está tan desacreditado ante los ojos de los ciudadanos. Y de ellos no se escapan los jueces.

Hasta mañana.