DIMENSION SINALOENSE.- POR NELLY REJON ORTIZ

Los tiempos actuales se supone son para reflexionar acerca de lo que hemos realizado a lo largo de un año que se va; se supone son tiempos de hacer exámenes autocríticos y tener la disposición de ser mejores seres humanos. Eso es en teoría.

Desafortunadamente en la práctica, las fechas, -y más ahora que se acerca la asunción de un nuevo gobierno-, han servido para exacerbar los ánimos en el tema de las identidades de quienes acompañarán a los nuevos titulares del poder ejecutivo, llámese el gobernador o los alcaldes.

Nombres van y vienen, y en el caso del virtual equipo del gobernador electo Quirino Ordaz Coppel, quien no suelta prenda, se han elaborado interminables listas de personajes que podrían ocupar las diferentes carteras.
Para los futurólogos no ha servido el prudente silencio de quien encabezará los destinos de Sinaloa a partir del primero de enero de este año que ya está a la vuelta de la esquina.

Menos ha sido de utilidad que algunos que se mencionan sean de una personalidad impresentable, ya por ausencia de perfil o por antecedentes  muy transparentes en cuanto a la falta de probidad, no, eso no tiene la menor importancia, de lo que se trata es de estar en la nómina.

No obstante, es justo reconocer que hay nombres de probada capacidad que seguramente serán tomados en cuenta para beneficio del ejercicio gubernamental.

Por eso resulta muy conveniente que Ordaz Coppel permanezca a la expectativa, estudiando con lupa todos esos prospectos que finalmente tendrían que honrar la confianza que se deposite en ellos.
Pero Quirino Ordaz Coppel no tendrá solamente que lidiar con aquellos que llegasen a formar parte de su gabinete.

El próximo gobernador también tiene una tarea difícil en tanto que en el Congreso local se observa cierto descontrol lo que complicaría los acuerdos con las diversas bancadas opositoras al PRI y por lo cual tendría que analizar a fondo si los últimos acontecimientos que han propiciado escándalos mediáticos son merecedores de una mayor capacidad de hacer consensos, no basta con desestimar los conflictos, como ha sido la constante en esta naciente legislatura, para que éstos se resuelvan.

Pero los problemas no son pocos y de menor importancia si se toma en cuenta la situación económica en la que encontrará la administración.

En fin, aún quedan algunos días para desentrañar las incógnitas y ya veremos en qué deriva toda esta fiebre de gabinetitis que trae a muchos sin poder conciliar el sueño…….
Nos vemos en otra DIMENSION SINALOENSE…….