DIMENSION SINALOENSE.- POR NELLY REJON ORTIZ

Llega 2017 y como todo nuevo año tendría que representar una esperanza para millones de mexicanos por lo positivo que generalmente se espera.
Sin embargo las expectativas no son lo favorables que se desearía por la gravísima situación económica y la ola de inseguridad, la corrupción y la impunidad en la que estamos inmersos y de lo cual no parece que vayamos a avanzar lo suficiente como para recuperar la credibilidad en la clase política.
El año que ya se fue estuvo plagado de compromisos incumplidos, de discursos huecos que en nada contribuyeron para que los mexicanos podamos transitar por caminos que nos lleven a una certeza económica aceptable.
Los anuncios de que los “gasolinazos” ya no tendrían cabida en este país han sido desmentidos de manera por demás majadera de parte del gobierno de Enrique Peña Nieto lo que le ha costado una caída sin precedentes en la aceptación popular.
Pero tal parece que el mandatario sigue instalado en no entender que no entiende que de continuar con políticas económicas que están más que probadas que no funcionan, insiste en seguir por ese camino.
Ahí vienen pues elecciones que serán cruciales para el PRI en las que podría estar diciendo adiós al poder, pero el caso es que tal parece que el tricolor le apuesta a la desmemoria del pueblo mexicano y en ese sentido persiste la terquedad de seguir lastimando la economía popular sin considerar que sus palabras día a día se ve deshonradas por sus hechos.
También Sinaloa está esperanzado en que con el nuevo gobierno muchos temas se vean superados en beneficio de su población.
No obstante, es prematuro avizorar cuál será el resultado de la gestión quirinista, sin embargo, y como decíamos al principio, lo nuevo llega con su cargamento de esperanza acerca de la continuidad de lo positivo que haya dejado el gobierno de Mario López Valdez y desde luego corregir lo que haya que modificar.
La tarea será ardua, difícil, complicada en extremo, pero aún existe la perspectiva de una mejor convivencia entre los sinaloenses sin descartar que debe ser la propia sociedad la que contribuya, dentro de su ámbito particular, la que empuje a esta tierra de los once ríos a mejores condiciones de vida.
Por lo pronto, a nuestros amables lectores y a quienes tendrán en sus manos el destino de esta pródiga entidad, les deseamos bendiciones y mucha salud, que lo demás llegará por añadidura… Felicidades…..
Nos vemos en otra DIMENSION SINALOENSE…..