El panorama de nuestro país ya de suyo es complicado por los diversos problemas que aquejan a la sociedad agravados por la corrupción y la impunidad que, por lo que se ve, está lejano el día en que se puedan erradicar del mapa mexicano.
Aunado a lo anterior, y como si no fuese suficiente, la clase política que padecemos parece no entender que el electorado cree menos cada día en la legitimidad de los comicios porque ya se ha hecho la constante que las elecciones terminen en los tribunales.
No se concibe, y no obstante es una realidad, que en un país donde millones de mexicanos se debaten en la pobreza extrema, haya elecciones que cuestan cada día más y que por ningún lado se observa la certidumbre de que cada voto vaya a contar.
Pero como aún hay más, también está el asunto de los recursos que se dice son etiquetados para obra social cuando para nadie es un secreto que cantidades millonarias son escatimadas en el afán de conservarlas para la compra de conciencias a la hora de emitir los votos.
Pero ahí viene la elección del próximo año y por lo que se sabe el gobierno federal no está dispuesto a ceder un ápice en cuanto a mantener el poder, de tal suerte que se avizora una guerra sucia sin precedentes en la historia moderna del país, lo cual es lamentable porque no abonaría en nada a la democracia.
Ojalá, y realmente es un buen deseo, que la clase política por una vez en la historia se despoje de mezquindades y vea por el beneficio del pueblo, lo cual sería tanto como pedirle peras al olmo. Sin embargo la esperanza muere al último………………….
Nos vemos en otra DIMENSION SINALOENSE………….