Por Adrián Simental.
Francia se lleva un gran susto pero al final logra imponer su jerarquía, y sin mostrar un fútbol espectacular, consigue la primera victoria de la copa del mundo.
Los primeros minutos transitaron con calma para los franceses quienes dominaron con la posesión de balón sin tener dominio en el marcador sobre los australianos.
A pesar de ello “los canguros” estuvieron más cerca de anotar el primer gol de cotejo, cuando tras un disparo potente fuera del área, que alcanzó a desviar Coretin Tolisso, y de manera felina a reflejo puro Hugo Loris logró desviar para evitar la sorpresa.
Ya en la segunda mitad sucedió algo poco probable, se cobraron dos penales en menos de 4 minutos, el primero a favor de Francia, gracias a la intervención de VAR en una jugada en la cual tocaron a Antoine Griezmann sin que el árbitro se percatara, pero el sistema de video sí para que el Griezmann anotara con claridad desde los 11 pasos el que encendía el luminoso.
Poco les duró el gusto a los galos tras una mano clara dentro del área de Samuel Umtiti que terminaría con una buena ejecución de Mile Jedinak y puso en el partido a Australia ante la sorpresa del mundo.
Conforme transcurría el paso del reloj Australia se veía mejor sobre la grama de la Arena de Kazan apelando al despliegue y control en el medio sector; tanto Aaron Mooy como Mile Jedinak, quienes lograban controlar las acciones y mantener con calmas las veces en las cuales los oceánicos tomaban el esférico, por el otro lado NGolo Kante hacia un gran esfuerzo para comenzar los ataques franceses.
Ya sobre el final del partido la fortuna le hizo un “guiño” a los europeos cuando tras una gran jugada colectiva entre Mbappe, Giroud y Pogba terminaría con una remate poco ortodoxo de este último que se acabaría colando tras pegar en el poste y rebotar dentro de la portería sin que Matthew Ryan pudiera hacer algo para evitarlo, para que con ayuda del “Ojo de halcón” el árbitro validó la anotación.
Con esto y pese al gran esfuerzo de los “Socceroos” en los últimos minutos Francia se llevó un triunfo aunque sin convencer demasiado.
Mientras que Australia da una buena cara pero se va con la pena de haber dejado ir la oportunidad de sumar algo para capitalizar su buena actuación de una mejor forma.
Mejor jugador: Aaron Mooy.
Momento clave: Las intervenciones del VAR.