Los sindicatos independientes en México son en realidad paleros y botín de caciques: especialistas

Ciudad de México (SinEmbargo).- Uno de cada tres sindicatos en México es “independiente”, según los registros de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). Pero las libertades colectivas (para organizar sindicatos) e individual (para afiliarse o no) de los trabajadores mexicanos son, en muchos casos, coartadas por la injerencia de grupos mayoritarios con intereses políticos y económicos, destacaron analistas y líderes de gremios independientes.

Con la entrada en funciones de la nueva administración federal, el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prometió que durante su mandato, el Gobierno “no va a intervenir a favor de ningún grupo” porque “va haber democracia sindical”.

Inclusive, durante su conferencia matutina del 11 de diciembre, AMLO mencionó que luchará para eliminar el “charrismo sindical” (o la presencia de caciques) y a los sindicatos de gobierno (CTM, CROC, CROM, entre otros) a través de una reforma a las leyes “antes de que finalice el periodo ordinario [31 de diciembre de 2018] del Congreso [de la Unión]”.

La independencia sindical implica una estructura en que los dirigentes y la base laboral están organizados, de tal modo que los beneficios se traduzcan en mejores condiciones de trabajo, a la vez que la productividad se ve incentivada. Así, la independencia sindical es garantía de un contrato colectivo que no responde a intereses privados, sino más bien, a intereses colectivos.

De acuerdo con Víctor Ortega, abogado del Sindicato Independiente de Trabajadores del Nacional Monte de Piedad, la independencia de un sindicato parte, en primera instancia, de la falta de pretensiones políticas de los trabajadores; y nace, por contrario, del acuerdo colectivo para impulsar a la gente, y no para controlarla a través de estructuras corporativas.