El dinosaurio sigue aquí: El 43% de los sindicatos pertenece al PRI, y 10 familias controlan la mayoría

Ciudad de México (SinEmbargo).- “En México, no son más de 10 familias las que controlan cerca del 60 por ciento de los registros sindicales”, dijo la doctora María Xelhuantzi López de la UNAM. Hasta este año, corroboran los datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), el 43 por ciento de los sindicatos de trabajadores estaba concentrado en tres centrales obrerasligadas al priismo histórico: CTMCROC y CROM.

Nombres como los de Rodolfo Gerardo González Guzmán (CROM), Carlos Aceves del Olmo (CTM), Roberto y Sergio Mendoza León (CROC), salen a relucir cuando hablamos de tres de las más poderosas confederaciones sindicales que existen en México:

La Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), que data de 1918 y que fue la primera organización en su tipo a nivel nacional; la Confederación de Trabajadores de México (CTM), fundada en 1936 para representar a la estructura obrera, sobre todo aquella ligada al Partido Revolucionario Institucional (PRI); y la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), que fue creada en 1952 para defender a los trabajadores y que, a lo largo de los años, fortaleció la base popular del PRI.

En la actualidad, la CTM (776), la CROC (416) y la CROM (341) son las centrales obreras con más organizaciones afiliadas a nivel nacional. De ese modo, dos de cada cinco sindicatos de trabajadores registrados ante la STPS (1 mil 533 de 3 mil 579) están ligados a ellas.

La concentración de sindicatos en este tipo de estructuras corporativistas, además de evidenciar la falta de competencia sindical en el país, devela la función del sindicalismo como “instrumento de control político”, y también, “para el enriquecimiento de los dirigentes”, explicó a SinEmbargo la doctora María Xelhuantzi López, investigadora del Centro de Estudios Políticos (CEP) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Estos grupos, que nacieron como brazos políticos del PRI y que hasta la fecha operan como centrales electorales para ciertos grupos de interés, se fueron rompiendo a lo largo de los años para generar otras centrales de trabajadores como la Confederación Revolucionaria de Trabajadores y la Confederación de Trabajadores y Campesinos.