Un día como hoy: Muere fusilado Melchor Ocampo, artífice de la separación Estado-Iglesia en México

Uno de los logros destacados de la Reforma fue la promulgación de la Ley de Matrimonio Civil el 23 de julio de 1859 por el presidente interino Benito Juárez en Veracruz

 

El lunes 3 de junio de 1861, Melchor Ocampo fue asesinado en la hacienda de Caltengo, marcando un trágico evento en la historia de México. Ocampo, una figura prominente del liberalismo mexicano, jugó un papel crucial en la Reforma y en la lucha por separar los asuntos civiles de la Iglesia.

Uno de los logros destacados de la Reforma fue la promulgación de la Ley de Matrimonio Civil el 23 de julio de 1859 por el presidente interino Benito Juárez en Veracruz. Hasta entonces, el matrimonio era un acto regido exclusivamente por el Derecho Canónico.

Esta ley estableció el matrimonio civil como un contrato entre un hombre y una mujer, caracterizado por su indisolubilidad, solo disoluble por la muerte de uno de los cónyuges. Además, prohibió la bigamia y la poligamia, y permitió la separación temporal en casos de adulterio, inducción a la prostitución, concubinato, inducción al crimen, crueldad excesiva o demencia confirmada.

La epístola de Melchor Ocampo

En el artículo 15 de esta ley se incluía una famosa epístola atribuida a Melchor Ocampo, que se leía en todas las ceremonias de matrimonio civil. Esta epístola reflejaba las ideas de la época sobre los roles de género, asignando al hombre la responsabilidad de proteger, alimentar y dirigir a la mujer, mientras que a la mujer se le atribuían cualidades como la abnegación, belleza, compasión y ternura, debiendo obedecer, agradar, asistir y aconsejar al marido.

Según la RAE el término “epístola” es una composición poética en forma de carta, en donde el autor se dirige a una persona real o imaginaria, cuyo fin suele ser moralizante, instructivo o sátiro.

Melchor Ocampo fue asesinado en un momento crítico de la historia de México. Su muerte fue un duro golpe para el movimiento liberal y la lucha por la Reforma. A pesar de la controversia sobre algunos de sus escritos, como la epístola, su legado en la lucha por un Estado laico y la igualdad civil permanece significativo.

Este asesinato, ocurrido el 3 de junio de 1861, sigue siendo un recordatorio de los tumultuosos tiempos de la Reforma y el sacrificio de aquellos que lucharon por un México más justo y equitativo. Al saber que sería fusilado, Ocampo pidió permiso para redactar su testamento en el que reconoció a sus hijas y adoptó a otra más. Se le recuerda por la frase “muero creyendo que he hecho por el servicio del país cuanto he creído en conciencia que era bueno”.

Su fusilamiento se llevó a cabo cerca a Tepeji del Río, en el estado de Hidalgo. Su cuerpo fue llevado a la Ciudad de México, donde se le rindió homenaje y se le dio sepultura en el Panteón de San Fernando. Sus restos se encuentran actualmente en la Rotonda de las Personas Ilustres, en el Panteón Civil de Dolores.

Fuente:  La  Silla  Rota