Intensa y pasional: “Barroco. Caricias perversas”

 

Los personajes de la Marquesa de Merteuil y el Vizconde de Valmont mueren y renacen una y otra vez como el mito de las relaciones peligrosas donde se impone el placer, la rivalidad, el deseo, el sadismo y la competencia. El origen es la novela epistolar Las amistades peligrosas (1782) del escritor francés Pierre Chordelos de Laclos, que ha recibido nueva vida en cine y teatro desde el siglo XX.

Barroco: Caricias perversas centra la obra en ambos personajes legendarios, inspirándose además en las versiones cinematográficas de Roger Vadim, Stephen Frears, Milos Forman, y la obra teatral Cuarteto de Heiner Müller.

La obra se presentó la noche de ayer martes en el Teatro Ángela Peralta, como parte del Festival Cultural Mazatlán 2015.

La estructura de Barroco deja de ser anecdótica y presenta la relación con los saltos emocionales e impetuosos que tienen sus personajes. El duelo a muerte es el hilo conductor y los retos que se plantean de uno al otro. Su amor se ve dominado por el juego y el afán de vencer, a costa de sus propios sentimientos. Si bien en su época la novela de Laclos creó ámpula al mostrar el lado oscuro de las buenas costumbres de la aristocracia, actualmente la destrucción, la soledad y la incomunicación de los personajes nos invita a la reflexión.

Klitbo y Carpinteiro imponen un duelo actoral en el que ambos salen victoriosos. Por su parte, Del Riego es una presencia que funge como el narrador. Con movimientos estilizados, nos sorprende su voz al interpretar la bella canción de su autoría, “Un mundo triste” y nos deja conmovidos.

La dirección de Marta Luna es precisa y fluida con un trazo barroco, donde se mezclan las curvas y las líneas, los movimientos pausados y acelerados, lo elevado y lo terrestre, el vuelo de las faldas y las inclinaciones de cabeza. La música funge como elemento fundamental que tonifica la escena.

Los ejes de Barroco: Caricias perversas, son la belleza, la decadencia de los valores esenciales y el conocimiento del deterioro. Las acciones de los personajes y sus consecuencias impactan al espectador por ser provocadoras en su erotismo y son un resorte para los sentidos y las fuerzas afectivas. Es una obra sobre las máscaras de la vida cotidiana, del lenguaje y de la representación en la gran escena del mundo que se construye y es consciente de su deseo de supervivencia en el espacio emocional íntimo del espectador. Una obra intensa, fuerte, glamurosa, elegante, codependiente y apasional.

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