Desde hace años, Brenda Herrera ha soñado con convertirse en Reina del Carnaval, pero por miedo e inexperiencia no había tomado una decisión. A sus 21 años, siente la seguridad y fuerza necesaria para ganarse al jurado y sentarse en el trono de Mazatlántida, la alegoría que emergió de las olas.
Blanca Herrera es una chava sencilla que gusta mucho de leer, caminar por la playa y sentarse a ver los atardeceres en el paseo costero, aunque confiesa que todo esto no se compara con la dicha que siente de pertenecer a la máxima fiesta del puerto y vivir junto a sus compañeras el camino para llegar al Carnaval Internacional Mazatlán 2016.
De raíces carnavaleras, la estudiante de arquitectura acostumbra vivir al máximo la fiesta: Comenta que cada año su familia llega desde diferentes puntos del estado en fechas de carnaval para vivir entrañables convivios, asistir a los desfiles y empaparse de la inmensa cultura que el puerto ofrece.
“Festejar Carnaval es una tradición que hago con mi familia desde que tengo memoria. Años atrás me habían propuesto el candidatearme, pero yo me sentía muy pequeña para hacerlo y desde entonces pensaba ‘yo quiero, yo quiero’. Hoy creo que tengo la edad correcta y me siento muy emocionada por estar cumpliendo mi sueño junto a tan cálidas personas”.
Brenda no ve su candidatura como una competencia, sino como una gratificante experiencia de vida en donde tiene la oportunidad de hacer amistad con las demás candidatas y disfrutar a lo grande del Carnaval.
Confiesa que de ser electa sería una Reina muy alegre y responsable; una digna representante del puerto en los eventos en donde será la imagen de Mazatlán, y le gustaría ser recordada como una reina que siempre dará la cara por los que más lo necesiten.