La obesidad, especialmente la de distribución central (área de abdomen y pecho), supone un incremento importante de morbilidad por su asociación con enfermedades que afectan a la mayoría de los sistemas del organismo (hipertensión, dislipidemia, diabetes tipo 2, enfermedad coronaria, infarto cerebral, patología biliar, síndrome de apnea obstructiva del sueño, osteoartropatía y ciertos tipos de cáncer). El riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular está aumentado en la obesidad y se ha demostrado que la obesidad grave se relaciona con un acortamiento de la esperanza de vida. La American Heart Association clasifica la obesidad como un factor de riesgo mayor para la enfermedad coronaria.
Existe diferentes formas en las que se distribuye la grasa, en las mujeres por lo general tenemos lo que es la obesidad “ginecoide” que es 
en forma de “pera” la grasa se centra en caderas y glúteos. En cambio la obesidad que se centra principalmente en el abdomen (forma de manzana) se conoce como “OBESIDAD ANDROIDE O CENTRAL” y la GRASA DISTRIBUIDA en el ABDOMEN Y EL PECHO se le conoce como GRASA VISCERAL ya que esta alrededor de las vísceras es decir los órganos (hígado, páncreas etc..)
Esa grasa no solo esta ahí “reposando” sino que es un tejido metabólicamente activo que produce sustancias que afectan a nuestro cuerpo, entre ellos se le eleva la producción de ácidos grasos libres y estos pasan hacia el hígado haciendo que tenga más trabajo en procesarlos ya que hay más grasa circulante y ocurren problemas como el HÍGADO GRASO no como consecuencia del consumo de alcohol sino por culpa de la obesidad visceral.
Este exceso de ácidos grasos libres, dificulta el metabolismo hepático de la insulina ocasionando resistencia a la insulina. Esta resistencia conforme pase el tiempo puede ocasionar intolerancia a la glucosa y posteriormente ¡DIABETES!. Además eleva el nivel de TRIGLICÉRIDOS en sangre y eleva la concentración de LDL conocido como colesterol malo por ser considerado pro-aterogénico (formador de placa que se adhiere a las arterias)
Por eso debes cuidar que tu circunferencia de cintura mida menos >88 cm en mujeres y >102 cm en hombres, ya que si esta por arriba de estas medidas corres un algo riesgo de tener complicaciones cardiovasculares.
Así que es muy importante bajar la grasa de tu abdomen, comienza a bajar de peso y a reducir tu grasa visceral con una dieta saludable, con ayuda de una nutrióloga para que te haga un plan de alimentación personalizado.
Estoy a sus órdenes..
NUTRIÓLOGA: LIC. RAQUEL LÓPEZ TIRADO
CITAS: teléfono 986-07-77
o Whatsapp 6691-55-72-35