¿Qué es la Hipertensión Arterial?
Es una elevación sostenida de los niveles de la presión sanguínea por encima de valores considerados normales. Se define como una presión arterial sistólica alta permanente de 140mmHg o mayor y diastólica de 90mmhg o mayor.
Para que un paciente pueda ser considerado hipertenso deberá presentar valores de presión arterial elevados en tres o más mediciones realizadas en al menos en dos días diferentes.
La hipertensión constituye un factor de riesgo fundamental para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares como infarto al miocardio, cardiopatía coronaria e insuficiencia cardiaca congestiva y para accidentes cerebrovasculares. La posibilidad de desarrollar algunas de estas enfermedades como consecuencia de padecer hipertensión, es la razón principal de buscar un diagnóstico a tiempo y cambios en el estilo de vida para prevenir estas complicaciones cardiovasculares.
Existe una clara correlación entre el incremento de peso corporal y el desarrollo posterior de hipertensión. Un aumento de peso corporal del 20% mayor al peso ideal (más de 10-15kilos), duplica la frecuencia de hipertensión en comparación con personas no obesas. También hay otros factores de riesgo como la influencia de la herencia y la edad, las personas mayores a 50años presentan más riesgo.
TRATAMIENTO DIETÉTICO
Se ha demostrado que las modificaciones dietéticas y de estilo de vida tienen impacto en la prevención de la hipertensión arterial. Los cambios en el estilo de vida que se recomiendan son:
- Bajar de peso, lograr alcanzar un peso saludable acorde a su edad. Hacerlo con la supervisión de un Nutriólogo mediante una dieta baja en calorías y baja en sal.
- Reducir la ingesta de Sodio. Se recomienda ingerir 2.3grs de sodio por día (1cdita de sal contiene 2.3grs de sodio) Está demostrado que una reducción en la ingesta de sodio mejora el control de la hipertensión.
Debe evitar consumirse alimentos altos en sodio como: embutidos, alimentos enlatados, ahumados o salsas como la soya o la inglesa o consomé en polvo o puré de tomate.
- Mantener una ingesta adecuada de Potasio, calcio y magnesio. A menor consumo de estos minerales existe mayor prevalencia de hipertensión.
- Reducir la ingestión del alcohol a menos de 30grs de etanol por día (equivalente a 3latas de cerveza o 3copas de vino o destilados)
- Dejar de fumar.
- Realizar ejercicio físico (aeróbico) de manera regular y bajo supervisión médica.
- Reducir el consumo de grasas saturadas y la ingestión de colesterol
El tratamiento dietético de la hipertensión se centra en la disminución de peso y en la restricción de sodio y alcohol en la dieta. Se ha demostrado que la pérdida de peso en sujetos hipertensos logra disminuir la presión arterial y ayuda a su control. Una pérdida de peso aproximada de 4-6.5 kilos puede hacer que disminuya la presión arterial.
No hay que olvidar la importancia de acudir con el médico para que le dé su tratamiento farmacológico, pero en este caso si solo toma medicamento sin cambiar sus hábitos alimenticios no se lograra el control permanente de su presión arterial. En conclusión el control de la hipertensión depende en gran medida de los cambios parte del paciente sobre su alimentación y estilo de vida.
LIC. RAQUEL LÓPEZ TIRADO
NUTRIOLOGA
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