La crisis laboral que ayer estalló en el ayuntamiento tiene un pasado, con nombres y cargos.
Ex alcaldes y ex dirigentes del sindicato se despacharon con la cuchara grande en el tema de pensiones y basificaciones y hoy aquí están las consecuencias.
Sobre todo uno: Alejandro Higuera Osuna, quien en sus distintos períodos como presidente municipal siempre tuvo de su lado a los dirigentes del STASAM y a los sindicalizados.
Sí, pero porque les “dio todo y hasta un poquito más”, a costillas de las finanzas municipales.
Lo que a él le importaba era contar con ellos a la hora de irse a otra campaña y por otro cargo, al fin y al cabo no era su dinero.
Otorgó bases a diestra y siniestra, pero al último se dio cuenta que no había dinero que alcanzara en la tesorería y dejó a muchos policías sin pensionar ni jubilar.
Pues sí, ya había perdido en las elecciones. Ya no le importaba.
Ese fue el problema: nunca previeron esto que iba a suceder. Actuaron con suma irresponsabilidad, acumulando y acumulando el rezago.
¿Qué pasa hoy?
Que la administración municipal de Carlos Felton no puede dar cumplimiento a las casi 200 jubilaciones que está exigiendo el STASAM.
Con qué ojos divino tuerto.
No hay dinero para todas las que quieren, si acaso 70 u 80, cuando mucho, pero no las 160 o 180 como quiere el señor Jesús Osuna Lamarque.
Y que quede claro, los trabajadores que ya cumplieron con su vida laboral no tienen la culpa. Están en su derecho.
El mismo secretario general del sindicato reconoció en una ocasión ante este reportero que en el pasado “se actuó mal”.
Ahh bueno….
Que sirva esto que hoy está pasando –una huelga después de casi 20 años de no registrarse una en el ayuntamiento de Mazatlán- para que los próximos presidentes municipales tomen el caso con seriedad y responsabilidad y no con fines estrictamente políticos o electoreros.
Hasta mañana.