Pintura, golpes o fuego son algunas de las acciones que han dañado la fachada y puertas del inmueble capitalino.
A lo largo del sexenio de la Cuarta Transformación se han realizado diversas manifestaciones en el Zócalo de la Ciudad de México y en sólo algunas de éstas, se realizaron diversas actividades que dañaron la estructura del mismo.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó al diario El Universal que hasta el momento, se han gastado poco más de 200,000 pesos en la reparación de la histórica construcción en la que ahora vive Andrés Manuel López Obrador.
A través del medio mexicano se informó que entre los gastos destacan insumos, pinturas y diversos químicos para rehabilitar paredes o puertas, entre otras reparaciones.
Desde que Andrés Manuel tomó posesión del puesto, en diciembre de 2018, hasta septiembre del año en curso, el gasto exacto ha sido de 219,497,81 pesos, informaron los periodistas Pedro Villa y Caña y Alberto Morales.
Además, revelaron que la cifra destinada a estas tareas en particular llegan hasta los 142,500 pesos. Esto, sumado a los 76,997,81 pesos invertidos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en pintura, daría la cifra final.
Entre lo adquirido, de acuerdo con El Universal, destacan 20 litros de removedor para limpiar la fachada del inmueble, así como varios libros de Acrilatex para el mantenimiento de la misma.
También se han comprado hasta 29,186.19 pesos en removedores, diluyente (o thinner), aguarrás sintético, brochas y otros materiales utilizados para desaparecer las pintas en el edificio.
Algunas de las protestas que se han realizado fuera del Palacio Nacional, se relacionan con la exigencia de justicia para los 43 estudiantes normalistas desaparecidos, así como diversos reclamos de justicia para las mujeres asesinadas, desaparecidas o en contra de la violencia de género y otras a favor de los derechos de las mujeres.
En fechas recientes, además, se retiraron las casas de campaña del Frente Nacional Anti AMLO, quienes buscaban sacar de su puesto al presidente de México, pero han optado por otras vías de acción. Sin embargo, este grupo de oposición ha continuado con sus marchas, incluida la que tuvo lugar desde el Monumento de la Revolución y hasta la Plaza de la Constitución capitalina, pero en estas protestas no se han reportado incidentes en Palacio Nacional.
El emplazamiento original de la edificación fue mandada construir por Hernán Cortés tras la derrota a los pobladores originales, de acuerdo con el INAH. A través de su página oficial indican que “en su núcleo central se ubican los templos más importantes de los mexicas y en sus inmediaciones las suntuosas habitaciones de los dirigentes más destacados”.
Después, el edificio paró a ser parte de la Corona, quienes lo adoptaron como una importante referencia de autoridad. Tras la independencia, el ahora Palacio Nacional se convirtió en la sede del poder, desde donde se representaba a la nación en su conjunto, además de ser la residencia de los presidentes en turno.
El INAH señala, además, que todas las características anteriores lo podrían calificar como el primer edificio de toda la nación a lo largo del siglo XIX.
Sin embargo, entrado el siglo XX se comenzaron a dejar de lado las características del edificio, y dejó de ser visto como un centro de operaciones presidencial, pero conservó su relevancia histórica por los diversos murales que acumula, las historias, su supervivencia, entre otras cosas.
“Los murales pintados en sus paredes por Diego Rivera robustecen al inmueble como emblema y salvaguarda del devenir histórico de México”, apunta el INAH.
Fuente: Infobae