En la zona dorada, decenas de personas conviven y se divierten, mientras que los músicos ofrecen sus servicios a los paseantes.
Una corriente de aguas negras a un costado del Hotel Pueblo Bonito inunda de malos olores y contaminación en la zona, aunque las personas no le dan mucha importancia y permanecen cerca de ella.
Vendedores ambulantes también recorren las playas por doquier.