El PAN… ¿en enfermedad terminal?

Por Netzahualcóyotl Ceballos.

En los últimos días he departido con algunos militantes y simpatizantes del Partido Acción Nacional, unos de ellos involucrados a una altura estatal y otros a una municipal, y les he preguntado sobre el escenario político de su partido para los próximos años. Palabras más, palabras menos, la respuesta en todos ha sido la misma: “la gente no tarda en desencantarse de López Obrador”. Me preocupa que el PAN, que llegó a ser la primera fuerza política del país y el contrapeso más fuerte de la dictadura priista en su momento, hoy le apueste a la desilusión de los mexicanos hacia el Presidente Andrés Manuel López Obrador para regresar al poder.  Es verdad, los mexicanos podríamos o no desilusionarnos de López Obrador, pero, ¿basar en eso la estrategia de un partido político para volverle a dar confianza a los mexicanos?

En estos tiempos en que el Movimiento de Regeneración Nacional está sentado en la silla presidencial, no veo a un PAN preocupado por renovarse, por impulsar nuevos perfiles que suplan a aquellos cuadros que la gente ya no quiere, ni mucho menos mudando de estatutos. Es más, ni siquiera veo un PAN levantando la voz en las salas de Cabildo, en el Congreso del Estado ni desde sus oficinas centrales. Pareciera que sí, su principal táctica de guerra para las próximas elecciones electorales es que los mexicanos nos desilusionemos de quien consiguió llegar a la Presidencia de México tras tres intentos consecutivos.

Por si fuera poco, algunos de los principales perfiles, aquellos panistas que representan una influencia política en su colonia, en su comunidad, están siendo absorbidos por otros partidos políticos, por el Partido Sinaloense, por ejemplo, o por Morena, que al parecer, para ésos panistas sí representan una plataforma más sólida y con más futuro que el mismo PAN que en tiempo pasado los formó. No nos vayamos tan lejos. En Mazatlán tenemos el caso de Reynaldo González, director del Instituto Municipal de la Juventud en la administración del exalcalde Carlos Felton González, que recientemente apareció en una rueda de prensa de la mano de Héctor Melesio Cuén Ojeda, presidente del PAS en Sinaloa. Y se habla también de Sergio Rubio, asesor en comunicación del tres veces alcalde Alejandro Higuera Osuna, que ha recibido por lo menos un par de ofertas de Morena, o también el caso de algunas mujeres panistas que han empujado fuertemente la equidad de género, ahora piensan en sumarse a otros partidos políticos al contemplar cómo el PAN se desmorona.

Y ahí no acaba todo. Se cree que el PAN terminará desmantelándose un poco más también por su situación económica: se sabe de militantes que desde varios meses no reciben pago por sus funciones dentro de los comités municipales y el comité estatal. Esos panistas tarde que temprano terminarán rompiendo filas, pues serán muy albiazules pero también tienen platos de comida por llenar en casa, escuelas que pagar, casas que liquidar. La supervivencia humana ante todo.

Si bien al partido le alcanzará la fuerza para llegar a la siguiente elección electoral, está en duda que lo haga en condiciones favorables y óptimas.