UN DIA COMO HOY

POR EDUARDO OLIVARES A.

UN DIA COMO HOY pero de 1913 Lucio Blanco y Francisco J. Mujica hacer el primer reparto de tierras en el norte del país,  en Matamoros, Tamaulipas el reparto parcial de la hacienda “La Sauteña”, que comprende unas 800,000 hectáreas, un décimo del territorio de Tamaulipas. Acuerdan distribuir la parte llamada “Los Borregos”, propiedad de prestanombres de Porfirio y Félix Díaz, y hoy convocan a una reunión cuya acta señala que tiene por objeto “conocer los trabajos que sobre repartición de tierras se han llevado a cabo… se les enteró detalladamente de todos los proyectos para la realización práctica, segura e inmediata de la distribución de terrenos, tanto a las clases desheredadas del país, como a los soldados constitucionalistas que han sabido defender, a riesgo de su vida, la legalidad y la justicia de la causa del pueblo; y habiendo quedado todos plenamente satisfechos de la eficacia y viabilidad de los referidos trabajos, los aprobaron por unanimidad y resolvieron, compenetrados de la importancia y del espíritu de justicia que encierra este magno esfuerzo de la Revolución, defenderlo con su espada, jurando por su honor de soldados derramar su sangre si fuera necesario en defensa de estos ideales….Y para la debida constancia de este acto trascendental y solemne, firmaron los presentes….” La lista de firmantes la encabeza el general Lucio Blanco.

Al pasar por la hacienda “Los Borregos”, ubicada en el municipio de Matamoros, Tamaulipas, tanto Múgica como Blanco recuerdan la criminal conducta de Félix Díaz, cuando era jefe de la policía, así como las negativas de Carranza a impulsar el movimiento agrario. Sin estar autorizados y sin consultar a Carranza, deciden iniciar el primer reparto de tierra en el norte, siguiendo el ejemplo de Zapata que ya había iniciado el suyo propio.“Para dotarlos de estas tierras, Lucio Blanco elaboró un cuestionario en donde se asentaba, además de sus generales, si era persona conocida, si poseía algún terreno, si estaba resuelto a convertirse en agricultor, si era agricultor o soldado, etcétera; a esa solicitud recaía un acuerdo en donde se anotaba la cantidad de hectáreas que se le iban a dar, así como la ubicación del terreno y dónde se había hecho el fraccionamiento; dicho acuerdo iba firmado por el presidente de la Comisión Agraria, misma que se encargaba de verificar los trabajos relativos al reparto de tierras, y por el secretario.” (Sagaón Raquel. Lucio Blanco y el plan de Borregos)

Días después, el 30 de agosto, alrededor de una destartalada mesa rodeada de una asamblea harapienta, entregarán a sus soldados y campesinos de la región, los títulos provisionales de propiedad fechados este día 6, los cuales obligan a los poseedores a cultivar el terreno adjudicado so pena de que vuelva al dominio de la nación, prohíben su libre enajenación y embargo; son once títulos individuales que estarán sujetos a las leyes de repartimiento agrario que decrete la revolución constitucionalista en el futuro y cuya primera hoja dice: Títulos de propiedad de tierras procedentes del fraccionamiento de la hacienda de Los Borregos, hecho por el mandato del pueblo y ejecutado por el general Lucio Blanco, jefe de las fuerzas constitucionalistas en los Estados de Nuevo León y Tamaulipas. Expedido a favor de…. en…. el día…. de 1913, número…. A fojas… En la segunda hoja se estipulan en once incisos las condiciones de la adjudicación, la fecha, la firma de Lucio Blanco y del interesado que acepta esas condiciones.

El acto será presidido por Lucio Blanco y los miembros de su estado mayor, se entonará “La Marsellesa” y Múgica pronunciará unas palabras acerca de la propiedad en nuestro país.

La noticia de este primer reparto será dada a conocer por la prensa de Texas. Carranza desaprobará el hecho, más que por considerar que violó el Plan de Guadalupe, por ser un acto de desobediencia, y retirará el mando a Blanco; Zapata le enviará una carta felicitándolo. Así se marcará el rumbo que seguirá la Revolución y se creará, en los hechos, un antecedente del futuro artículo 27 de la Constitución de 1917.

La adjudicación efectuada por Lucio Blanco culminará con la resolución presidencial de 25 de octubre de 1938 del general Lázaro Cárdenas.